“El PP presiona hasta el final para evitar a toda costa la fotografía de una carga policial”
Son los malos de la película: los que dan palizas a los manifestantes. “Solo cumplimos órdenes, de arriba.
El PSOE nos utilizaba como medida de presión y ahora nos hemos
convertido en los siervos del PP”. Los antidisturbios no pueden
desenfundar una porra hasta que el Inspector Jefe no recibe la orden de
la Delegación del Gobierno. Mientras tanto, hay manifestantes que les
escupen. Que los miran a los ojos y les berrean “hijos de puta”. Que les
lanzan un botellín a la cara. Que se orinan en sus botas. “Y
hasta que no recibamos la orden de nuestro superior no podemos hacer
nada. El PP aguanta hasta el final para evitar a toda costa la
fotografía de una carga policial”.
Los
antidisturbios reaparecieron ayer en las manifestaciones del 23F después
de haber sido muy cuestionados por sus cargas del 25S y su entrada en
la estación de Atocha, donde golpearon a periodistas y a personas ajenas
a los manifestantes más agresivos, generando el pánico entre los
viajeros. El Confidencial acompañó ayer a su vuelta a las calles a
una lechera para conocer quiénes y cómo son los miembros de las
Unidades de Intervención de la Policía (UIP), quiénes ordenan sus cargas
y cómo deben usar su fuerza. Todos tienen prohibido dar su testimonio con nombre y apellidos.Parece el Cuerpo de la Policía más violento, pero no lo es. Las intervenciones de la UIP en las grandes manifestaciones se siguen desde un centro operativo instalado en la Jefatura Superior de Policía de Madrid desde el que se visiona el desarrollo de la manifestación. Todas las patrullas se conectan por una emisora interna. Quien toma la palabra, canta primero su número identificativo. Todos se apodan los Puma...
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