En el PP aseguran que Esperanza Aguirre llamó ''imbécil'' a María Dolores de Cospedal
La expresidenta madrileña insultó en dos ocasiones a la secretaria general del PP en el Comité de Dirección del partido de Madrid del pasado 6 de febrero, según ha podido saber la SER por fuentes presentes en la reunión. La portavoz oficial de Aguirre lo desmiente tajantemente
En las últimas semanas, la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, está siendo cuestionada internamente por su gestión del caso Bárcenas. Rajoy la apoya firmemente y así lo demostrará el próximo lunes respaldándola en un acto público en Madrid.
Gallardón, Aguirre y Arenas felicitan a Cospedal por su victoria en Castilla-La Mancha- (EFE)
El pasado 6 de febrero se produjo un tenso Comité de Dirección del PP de Madrid. De esta reunión se filtró la mayor parte de su contenido. Se publicó que Esperanza Aguirre había descalificado duramente a María Dolores de Cospedal, que había tenido un enfrentamiento con Ana Botella y que había pedido la dimisión de Ana Mato por los regalos de la trama Gürtel.
Pero lo que no se contó es que Aguirre llamó "imbécil" a la secretaria general del Partido Popular, según fuentes presentes en el encuentro. Afirman que la insultó hasta en dos ocasiones por su forma de resolver los asuntos. En concreto, se refería a la gestión del caso Bárcenas y también a cómo se había afrontado el tema de Jesús Sepúlveda, en ese momento aún contratado por el partido. A los pocos días le echaron.
En aquella cita, Aguirre también habría lamentado la lentitud de los tiempos de Rajoy. Y presumido de "la limpieza" que ella realizó cuando estalló en su día la trama de corrupción. Hay quien considera que fue bastante "despreciativa" con Cospedal. Pero también con la alcaldesa madrileña quien aprovechó la ocasión para expresar lo poco respaldada que se había sentido tras la tragedia del Madrid Arena. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, trató de calmar la situación.
A esta convocatoria suelen acudir pocos cargos, menos que a otras reuniones que hay dentro del partido, pero fueron suficientes como para que el comentario se extendiera, en cadena, por toda la formación conservadora y se convirtiera en la comidilla. En esta ocasión estaban como siempre González y Botella. Pero en las imágenes recogidas también se ve a algunos de los clásicos como Gádor Ongil, Eva Durán, Javier Fernández-Lasquetty, Lucía Figar, ...
Desde el entorno de Aguirre desmienten tajantemente que la presidenta del PP de Madrid increpara a su secretaria general. Afirman que nunca empleó ese término, en ningún momento durante las casi dos horas que estuvieron todos juntos en la sala que se encuentra situada en la primera planta de la calle Génova.
Pocos días antes, el dos de febrero, en el Comité Ejecutivo Nacional extraordinario que celebró Mariano Rajoy, Aguirre había tomado la palabra pero entonces se ahorró realizar tantas críticas frente a sus compañeros. Lo que sí reclamó fue que el partido demandara al extesorero. Algo que se produjo, por fin, ayer en medio de una ceremonia de confusión.
Los que conocen bien a la presidenta del PP la disculpan. Aseguran que si lo dijo así fue de forma informal, rodeada de personas en las que confía. Además, recuerdan que ella siempre ha sido una persona muy directa, que no tiene pelos en la lengua y creen que si empleó ese calificativo no sería con mala intención sino con el tono coloquial que muchas veces se emplea.
Y lo que está claro es que de todo el revuelo que se armó, Aguirre extrajo una lección. Vio que lo que había comentado a puerta cerrada se difundía y decidió evitar que eso volviera a ocurrir tan solo unos días después dando en abierto el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva del PP de Madrid. Fue un formato sin precedentes en el que aprovechó para presentarse como defensora de la transparencia.
Dentro de las filas populares muchos consideran que Aguirre ya no tiene nada que perder y que por eso dice lo que piensa sin medir, a veces, las consecuencias. Además, abandonó la primera línea, pero no la política, y eso le otorga más libertad para expresar lo que piensa.
Lo cierto es que este nuevo detalle se conoce justo cuando Cospedal está siendo cuestionada internamente por la forma en la que ha explicado la salida del extesorero y por no querer salir a dar explicaciones ante los medios de comunicación. En el PP son cada vez más las voces autorizadas las que piden que se deje claro que el delincuente es él y no la formación conservadora.
Mientras Cospedal se ha esmerado en defender que en su partido todo va bien, muchos cargos en privado han ido censurando su labor. Para muchos se ha actuado mal, tarde y ocultando información lo que ha dejado tocada la credibilidad de la formación conservadora. Para otros Bárcenas "va a por Cospedal" y hay que ayudarla. Rajoy la respalda y lo hará patente el próximo lunes en un desayuno informativo al que acudirá a presentarla.
La declaración de Aguirre se produjo hace cerca de un mes. Desde entonces han pasado muchas cosas. Cada semana ha habido nuevos capítulos y Bárcenas ha demandado al Partido Popular por despido improcedente, por robo y por maltrato laboral. En el PP dicen que se puede señalar el papel de Cospedal como "brillante o no" y que es cada uno quien debe sacar "sus propias conclusiones".
Las polémicas declaraciones de la presidenta del PP de Madrid han quedado ahí. Aguirre recibió un mensaje muy claro por parte del Gobierno y de la dirección nacional que la acusaron de "deslealtad". Desde entonces guarda silencio. A algunos les sorprende que calle desde hace varios días.
Las aguas siguen revueltas
En el PP no todos están satisfechos con la resolución del 'caso Bárcenas'. Es cierto que el partido por fin ha acudido a los tribunales pero no como todos esperaban. Había quien quería ir contra Bárcenas y dejar claro que el delincuente es él y no el partido. No se ha llegado tan lejos. Y entre la prudencia y el ataque frontal, Rajoy ha optado por una decisión salomónica que deja a sus filas aún más divididas.
Además, también se hablaba de querellas a título personal. Y al final los cuatro exministros se han sumado a la estrategia conjunta. Lo que para algunos evidencia el miedo que tienen al extesorero.
Dentro del Partido Popular las aguas siguen revueltas. Muchos piensan que se ha actuado tarde, mal y que no se han dado suficientes explicaciones. Y ahí todos miran hacia Cospedal, muy tocada tras calificar la salida de Bárcenas de "simulación" o "indemnización en diferido". Lo que no se puede olvidar es que ella sufre todo el desgaste de este escándalo, sirviendo de parapeto a Rajoy. El presidente del Gobierno le mostrara su respaldo en un acto público el próximo lunes en Madrid.
0 comentarios:
Publicar un comentario