Feliz Día de la Esclava
Agradecida
por Shangay Lily
Esa iniciativa para devolver a la mujer a lo peor del machismo incluye “galletas artesanales decoradas en forma de bolso, corpiño o tulipán”, “mascarillas” y “tuppers con juego de cubiertos” hasta caramelos, packs de cosmética y descuentos del 50% en lencería.
Yo, personalmente he echado de menos que, inspirados por sus esclavas agradecidas, regalasen también coches Jaguar que aparecen de repente en los garajes o packs de confetti por valor de 5.000 euros. O hasta bolsos Vuitton que feminicen clasistamente a sus lesbianas en el armario. Por no mencionar los fines de semana en un espá de Portugal con tu marido (sólo para las que estén cristianamente casadas y sean “señoras de”) mientras velan el cadáver de cinco adolescentes que deberías haber protegido tú. Otros años que ya hayan cogido más confianza, no me cabe duda que regalarán implantes de senos, silicona para los labios, botox y liftings. O incluso viajes a Londres para abortar alli y luego volver a tiempo de acudir a una manifestación pro-vida. Yo me atrevería a anticipar incluso donaciones masivas a las mujeres de ejemplares del libro promocionado por HazteOir e Intereconomía “Curar la homosexualidad”. Y ya puestos, que reabran la Sección Femenina, que esas sí que sabían lo que era ser mujer: unos Coros y Danzas con sus bailes regionales, unos cursos de cocina o, ya puestos, podían rescatar la asignatura “Economía doméstica para bachillerato y magisterio” de la “Sección Femenina”de la Falange Española y de las JONS de 1958 que aconsejaba así a las liberadas mujeres que quiere el PP:
Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo; especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero. Prepárate, retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello; hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.¡Claro que sí! ¡El PP puede! A golpe de decretazo que anunciará, con gran humildad, Gallardón. Dándonos una lección de “violencia estructural” contra las mujeres machistas y su “libertad de ser esclavas”.
Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a ella; después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa. Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador.
Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y sus necesidades reales.
Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.
Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo por la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo exterior con talante positivo.
Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama… si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.
En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier hayas goce que podido experimentar.
Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello.
Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antesque él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte…
Y, en ese espíritu, yo me animaría a ofrecer para cantar todas juntas en la Puerta del Sol (y así de paso limpiarla de ese tufo rojo y perroflauta que ha cogido en los últimos años), con la cabeza rapada y una buena dosis de aceite de ricino, mi himno mujerista “Chica total” (que estoy dudando si retitular “Chicas del PP”), cuya intro se adhiere a la perfección al espíritu del PP cuando dice: “Para ser mujer cristiana tienes que hacer bien la cama, tienes que limpiar la casa, cose, lava limpia plancha. Así es como Dios te ama. Para ser mujer cristiana…” Pero juzgad vosotras mismas si no es perfecto para esa visión femenina (que no feminista, qué horror) de la mujer que tiene el PP.
publico.es
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