Juan Francisco Martín Seco: "Yo creo que esto va a explotar"
Autor del libro 'Contra el euro. Historia de una ratonera', este economista e interventor del Estado, se pregunta en voz alta algo que muchos piensan en voz baja: ¿merece la pena seguir por la vía de la austeridad o debemos intentar que se rompa la moneda única?
Juan Francisco Martín Seco, interventor del Estado, profesor,
articulista en varios medios y autor de media docena de libros sobre
economía, no duda en calificar de "chapuza" la unión monetaria que ha
traído el euro. Ve en el diseño institucional de la Unión Europea (UE) y
en esa unión monetaria tan mal pergeñada hace 20 años los orígenes de
la actual crisis económica. Ahora publica Contra el euro. Historia de una ratonera (Editorial Península),
su última obra, en la que no se muerde la lengua y se pregunta si no ha
llegado el momento de hacer "una voladura controlada" de la moneda
única.
Ve factible entonces la salida del euro.
Lo dije cuando se constituyó la unión monetaria y lo repito ahora: no puedo creer que Grecia y Alemania tengan el mismo tipo de cambio para siempre. Eso es imposible. En los 30 años anteriores a la unión monetaria el marco alemán se había revaluado un 500% con respecto a la peseta y el dracma se había devaluado en el entorno al 2400% respecto al marco. Pensar que esa evolución tan dispar en los tipos de cambio se iba a acabar por el simple voluntarismo de unos dirigentes políticos era absurdo. La prueba es que los mercados no se lo creen: si estuviesen seguros de que no va a haber devaluación y que el euro va a permanecer, no habría ninguna razón para mantener tipos de interés distintos para pagar la deuda pública. Los que dicen que el euro no se puede romper, que va a permanecer, argumentan que el coste sería altísimo, lo explican diciendo que si se rompiera el euro, las monedas de los países del sur se devaluarían muchísimo y las monedas del norte se revaluarían muchísimo. Pero al decir eso están aceptando que los tipos de cambio que tenemos ahora no son reales. Es lo mismo que cuando me preguntan si el euro está débil o está fuerte, si debería revaluarse o devaluarse. Yo siempre contesto '¿qué euro?' Porque probablemente la moneda de Alemania debería revaluarse con respecto al dólar, pero la moneda de España debería devaluarse. Pero al tener la misma moneda no se puede devaluar y revaluar a a la vez. Ese es el gran problema.
De la lectura de su libro uno se
lleva la impresión de que esta crisis era evitable, sobre todo porque
se veía venir desde hace mucho tiempo. Pero lo que más indigna es que
nadie hizo nada.
Hace ya tiempo que era evidente que el diseño de
la unión monetaria conducía inevitablemente a las consecuencias que
estamos sufriendo. Desde el punto de vista teórico hubo muchos autores,
no en España ni en Europa, sino autores americanos que pusieron el dedo
en la llaga: decían que los países de la UE no constituían lo que
llamaban una zona óptima monetaria. Antes de la llegada del euro ya
pudimos ver cómo el Sistema Monetario Europeo (SME) fracasaba
estrepitosamente y cómo era incapaz de mantener los tipos de cambio
fijos. Si no se era capaz de mantener el tipo de cambio fijo con países
tan heterogéneos pues malamente después se podía mantener la unión
monetaria.
¿Hay alguna salida a la crisis?
Soy
muy pesimista. Creo que no se debería haber hecho la unión monetaria
porque es una ratonera de la que es muy difícil salir. Aquí hay dos
opciones: tirar hacia adelante o volver hacia atrás. Tirar hacia delante
implicaría la creación de una Hacienda Pública y hacer una gran
transferencia de recursos de los países ricos a los pobres o menos
ricos. De esta forma se implantaría una fuerte política redistributiva a
nivel regional, como lo que ocurre en España con el Gobierno central y
las Comunidades Autónomas. Esa es la verdadera unión fiscal y no de la
que habla Merkel. Pero Alemania nunca va a aceptar eso, por lo que es
casi imposible ese escenario.
"En este viaje nos hemos dejado gran parte del Estado social por el camino"
¿Y la vuelta atrás?
La
salida hacia atrás sería volver a las antiguas monedas, romper la unión
monetaria. Que eso tiene costes graves nadie lo duda, pero es posible
que los costes de seguir en el euro sean incluso mayores. La UE, sin
embargo, no ha establecido un camino de vuelta atrás. En esa tesitura,
los escenarios son múltiples: no es lo mismo que salga un solo país o
que se rompa el euro y salgan todos, lo que sería mucho menos costoso.
Si saliera un solo país el coste sería mucho mayor; pero tampoco es lo
mismo que salga Alemania, donde a lo mejor el resto de los países se
quedarían en una situación mucho mejor, o que salga Grecia. Todos esos
escenarios tienen altos costes, pero conviene plantearse dos cosas:
primera, si los costes de permanencia en el euro no van a ser incluso
mayores y dos, si a pesar de todo el euro no terminará rompiéndose. Y si
se diera esta segunda situación nos encontraríamos en la peor situación
posible: después de pasar no sé cuantos años en el euro con unos costes
enormes, tendríamos que asumir el sobreañadido de dejar la moneda
única.Ve factible entonces la salida del euro.
Lo dije cuando se constituyó la unión monetaria y lo repito ahora: no puedo creer que Grecia y Alemania tengan el mismo tipo de cambio para siempre. Eso es imposible. En los 30 años anteriores a la unión monetaria el marco alemán se había revaluado un 500% con respecto a la peseta y el dracma se había devaluado en el entorno al 2400% respecto al marco. Pensar que esa evolución tan dispar en los tipos de cambio se iba a acabar por el simple voluntarismo de unos dirigentes políticos era absurdo. La prueba es que los mercados no se lo creen: si estuviesen seguros de que no va a haber devaluación y que el euro va a permanecer, no habría ninguna razón para mantener tipos de interés distintos para pagar la deuda pública. Los que dicen que el euro no se puede romper, que va a permanecer, argumentan que el coste sería altísimo, lo explican diciendo que si se rompiera el euro, las monedas de los países del sur se devaluarían muchísimo y las monedas del norte se revaluarían muchísimo. Pero al decir eso están aceptando que los tipos de cambio que tenemos ahora no son reales. Es lo mismo que cuando me preguntan si el euro está débil o está fuerte, si debería revaluarse o devaluarse. Yo siempre contesto '¿qué euro?' Porque probablemente la moneda de Alemania debería revaluarse con respecto al dólar, pero la moneda de España debería devaluarse. Pero al tener la misma moneda no se puede devaluar y revaluar a a la vez. Ese es el gran problema.
¿Es sostenible a largo plazo esta situación?
No
lo es. El primer problema lo vamos a tener con Grecia, que tendrá que
hacer otra quita de deuda. Los que pregonan el gran coste que supondría
la ruptura del euro argumentan que sin el euro se producirían quitas de
la deuda, pero es que eso ya ha ocurrido con Grecia dentro de la unión
monetaria. A Grecia, o le quitan deuda o no va a poder pagar.
España no parece estar muy lejos de Grecia.
Sí,
es cierto. Si en la unión monetaria sólo estuvieran Alemania y Francia,
lo que le ocurre a Grecia le terminaría pasando a Francia porque la
economía francesa es distinta a la alemana, aunque en mucha menor medida
que la nuestra. Cuando se hace con países homogéneos las
contradicciones son menores, pero si yo fuese francés no querría
quedarme en la unión monetaria sólo con Alemania.
¿Está España abocada a una quita o un rescate?
Yo
no sé por dónde va a explotar esto, si va a explotar por Grecia y luego
habrá una reacción en cadena, pero yo creo que va a explotar. Si se
recuperase la confianza en España y a pesar de todo volviese a haber
inversión y siguiésemos creciendo a crédito, el panorama tampoco sería
nada halagüeño porque ya hemos perdido la democracia. En este viaje nos
hemos dejado gran parte del Estado social por el camino. El mismo diseño
de la UE es totalmente deficiente: tenemos un Banco Central Europeo que
es el que realmente manda, que impone condiciones a los Gobiernos,
condiciones neoliberales, donde te dicen que tienes que bajar la
pensiones, recortar la sanidad y dar dinero a los bancos. Es tremendo.
Quedarnos en la unión monetaria significa retroceder 80 años en la
historia de este país.
¿Estamos a tiempo de evitarlo?
Esa
es la cuestión: ¿merece la pena seguir por la vía de la austeridad o
debemos intentar que se rompa el euro? Porque quizá sea mejor, con todo
el coste que debemos asumir, intentar que se rompa el euro. Eso no
significa que España se tenga que salir mañana mismo del euro; significa
que todo el mundo acepte que la unión monetaria ha sido un gran fracaso
y que no se debería haber hecho. Implica un cambio de mentalidad, el de
decir 'vamos a minimizar costes y vamos a ver cómo se puede hacer un
desmontaje de la unión monetaria igual que se hizo el montaje' y en eso
deben confluir España, Portugal, Grecia, Italia e incluso Francia. Según
se vayan viendo y agudizando las contradicciones será más fácil que se
unan. Pero el problema es que frente a Alemania los países del sur no se
han unido. Cada uno ha intentado salvarse por su cuenta. Quizá lo mejor
sería una voladura controlada del euro. A lo mejor ha llegado ese
momento, que no será ahora ni mañana porque hay muchos intereses y
reticencias, pero deberíamos exigir a nuestros gobernantes una postura
de firmeza en Bruselas y desde luego corregir las cosas que se pueden
corregir: el funcionamiento del BCE, la presión frente a Alemania para
no seguir por la vía de la austeridad, no inyectar dinero público en los
bancos y dejar quebrar a alguno. Pero para eso hay que cambiar la
mentalidad y empezar a pensar y aceptar que la constitución de la unión
monetaria ha sido una chapuza impresionante.
¿Se puede contar para eso con los actuales gobernantes?
Parece
que no, aunque es cierto que a medida que las contradicciones sean más
claras, la presión será más fuerte. Es evidente que aquellos que han
gobernado España en los último 25 años difícilmente aceptaran que se han
equivocado radicalmente. Pero cada vez hay más gente que acepta ese
error: cuando yo decía estas cosas en 1992, 1994, 1996, se me llamaba de
todos y ahora la gente empieza a ver que eso no es ninguna tontería.
Incluso el discurso del PSOE, tal vez porque está en la oposición, está
cambiando y ya dice que hay que plantar cara a Europa. Ese es el camino.
Aunque es un camino triste, complejo y poco esperanzador.
Quizá la clave sea la presión ciudadana.
Lo
veo muy complicado. Yo no soy nada optimista al respecto. En Europa nos
hemos acostumbrado a una vida demasiado cómoda. Hay gente que habla de
un iniciar un proceso constituyente, pero habría que ver cómo se hace.
"Lo
de Merkel es puro colonialismo: imponer el objetivo de déficit y poner
un supervisor para que lo controle no es unión fiscal"
Antes dijo que la unión monetaria es una gran chapuza. ¿A quién ha beneficiado esa chapuza?
Alemania
es la gran beneficiada de la unión monetaria porque primero mantiene al
resto de países atados por el tipo de cambio, lo que hace que ella
pueda exportar todo lo que quiera y nosotros no podamos ser competitivos
al no poder devaluar. Pero además ella se puede financiar a unos tipos
de cambio bajísimos gracias a que nosotros nos financiamos a unos
intereses más altos. Alemania está siendo la gran beneficiada de la
crisis: no hay más que ver que antes de la crisis la renta per cápita de
Alemania perdía porcentualmente puestos dentro de la UE y en estos
momentos los gana. Además, hay una distribución totalmente injusta
porque una devaluación tiene la ventaja de que disminuye por igual los
precios interiores de tal manera que vuelve a ajustar las cosas, pero
ajusta respecto al exterior: dentro del país la relación de precios
incluyendo los salarios, los tipos de interés, etcétera, no cambia. Una
devaluación divide el coste por igual pero ahora como no se puede
devaluar, el ajuste se hace con más paro, bajo crecimiento y reducción
de salarios.
La responsabilidad de Alemania en la crisis parece evidentísima
Lo
de Merkel es puro colonialismo: imponer el objetivo déficit y poner un
supervisor para que lo controle no es unión fiscal. La unión fiscal
implica impuestos comunes y prestaciones comunes. Debe servir para
reequilibrar los Estados. Lo malo es que la unión monetaria sólo se
puede mantener si al mismo tiempo hay una Hacienda pública capaz de
compensar los desequilibrios que se crean dentro de esa unión monetaria.
Alemania nos ha estado prestando durante años para que compráramos sus
productos, pero cuando los bancos alemanes y franceses pensaron que no
íbamos a poder pagar dejaron de prestar. Y entonces llegaron los
problemas. Este mismo proceso se dio con el Sistema Monetario Europeo,
antes del euro, cuando teníamos el tipo también fijo pero se podía mover
un 2,25%. Entonces nos estaban prestando y teníamos un déficit en la
balanza por cuenta corriente del 4%, pero entonces se podía devaluar la
peseta y se solucionó el tema. Pero con el euro ya no había devaluación
posible, y los bancos, tan inteligentes ellos, pensaron que no había
peligro porque no podía haber devaluación. La devaluación es una quita
encubierta. Si devalúas la moneda vas a pagar menos porque lo pagas en
una moneda que vale menos. Cuando ven el peligro de la devaluación los
mercados reaccionan mucho antes y dicen 'no prestamos más'. Y obligan a
devaluar. Con el euro, los bancos alemanes y los franceses se confiaron
hasta que el problema llegó al 10% del PIB en la balanza por cuenta
corriente española.
0 comentarios:
Publicar un comentario