“¿Qué hiciste tú durante la dictadura?”: periodista argentino a Bergoglio
En 1999, el periodista Horacio Verbisky dio a conocer la historia de dos sacerdotes jesuitas, secuestrados y torturados en Argentina, después de que perdieron su licencia, por orden de Jorge Mario Bergoglio.
Jorge Mario Bergoglio, el argentino que se convirtió en el nuevo Papa de la Iglesia Católica (Francisco), fue señalado por el periodista argentino Horacio Verbisky de haber apoyado ala dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1982.
Bergoglio supuestamente negó protección a jesuitas secuestrados por el gobierno de facto.
En el libro El Silencio, Verbisky (Editorial Sudamericana, 2005) cuestionó a Bergoglio por haber delatado y retirado la licencia a los sacerdotes jesuitas Francisco Jalics y Orlandio Yorio.
Los dos sacerdotes fueron secuestrados y torturados por un grupo de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), poco después de perder la protección por orden deBergoglio. Los curas, entrevistados por Verbisky, sospecharon que el hoy nuevo Papa los había delatado.
En 1999 el periódico Página 12, publicó un texto titulado “La llaga abierta”, en el que cuestionó: “¿Padre, qué hiciste tú durante la Guerra Sucia?”
Esto dice el texto de Verbisky que apareció en la edición del 9 de mayo de 1999.
La designación del monseñor Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires y su prevista exaltación al cardenalato, han reabierto en la Iglesia Católica el siempre latente debate sobre la conducta de sus jerarquías durante la guerra sucia militar contra la sociedad argentina de la década del 70, publicó Verbisky en mayo de 1999 en Página 12.
El sacerdote Orlando Yorio, quien durante cinco meses de 1976 estuvo secuestrado junto con su colega Francisco Jalics en la Escuela de Mecánica de la Armada, dice que Bergoglio, quien desde 1973 había sido su superior inmediato como Provincial de la Compañía de Jesús, “no nos avisó del peligro en ciernes” y “tampoco tengo ningún motivo para pensar que hizo algo por nuestra libertad, sino todo lo contrario”.
El periodista argentino buscó a Bergoglio para que respondiera a las acusaciones; sin embargo, ésta llegó en forma de homilía:
Vestido con un viejo traje gris, cerrado con un cuello de celuloide blanco sobre la camisa oscura como única identificación sacerdotal, Bergoglio calza unos gastados y brillosos zapatos negros. Si estas cuestiones debieran dirimirse por impresiones personales, el Arzobispo correría con ventaja.
Habla con el lenguaje llano de Buenos Aires, pero sin los constantes lunfardismos de su predecesor, Antonio Quarracino. Delgado, con un mechón de pelo gris que cae sobre su frente y le da un aire juvenil a sus 62 años, tiene algo de Fred Astaire o Stan Laurel.
Es cálido y persuasivo, muy parecido al retrato que pintan sus ex compañeros jesuitas que hoy lo aborrecen. De nada de eso está dispuesto a hablar. “Le doy esto para que me conozca”, dijo mientras entregaba una copia de su homilía en la Misa Crismal del 1º de abril de este año.
Ese texto espiritualista se refiere a “la unción con el aceite perfumado, que es símbolo de gozo y alegría”. Redactado semanas antes de que se iniciara esta polémica, contiene referencias a “las dificultades y conflictos que suelen suscitarse entre nosotros sacerdotes”.
(Con información de Página12.com.ar)
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