JUICIO POR GENOCIDIO EN GUATEMALA : ¿Quiénes deberían acompañarles a Ríos Montt y Rodríguez Sánchez en el banquillo de acusados?
Por Grahame Russell, 21 de abril de 2013
(El 18 de abril de 2013, el día 20 del juicio por genocidio contra los generales retirados Ríos Montt y Rodriguez Sanchez en la ciudad de Guatemala . Rios Montt está ubicado en las sillas amarillas, al lado derecho, detrás de cinco abogados defensores mas su co-acusado Rodriguez Sanchez. ¿Quiénes mas deberían de sentarse con Ríos Montt y Rodríguez Sánchez en las sillas amarillas?)
“GENOCIDA …”
“Genocida, Genoicida, Genocida, …” corearon unas 2000 personas en el Teatro Nacional en la Ciudad de Guatemala, la noche del 18 de abril, encima del discurso del Ministro de Cultura y Deporte para inaugurar el festival de cine antes que empezara la película. Las personas habían venido al cuarto año del festival de cine Memoria, Verdad, Justicia (http://www.memoriaverdadjusticiagt.com/) para ver el estreno mundial de la película documental, “Fiebre del Oro.”
En sus palabras de presentación en el festival de cine, el ministro señaló “Traigo los saludos del Presidente Otto Pérez Molina …”, ante lo cual empezó a correarse dicha consigna. Esta reacción espontánea y poderosa ante la sola mención del nombre del ex General Pérez Mollina se prolongó por más de un minuto.
La Fiebre del Oro (www.goldfevermovie.com) es un documental que aborda la problemática de la destrucción del medio ambiente y los danos a la salud, las violaciones a los derechos humanos y la represión contra las comunidades Maya Mam en los alrededores de una mina que derrama cianuro, que pertenece a y es dirigido por la empresa canadiense Goldcorp Inc.
Una de las fortalezas de la película es la manera en que demuestra cómo las violaciones y los daños cometidos por la minería en Guatemala hoy son una consecuencia directa del legado del Golpe de Estado dirigido por Estados Unidos en 1954 y los genocidios de los años 1980s que se cometieron con el respaldo de Estados Unidos.
A lo largo de los años 1980s, Pérez Molina se desempeñó como un Mayor y oficial de alto rango de las Fuerzas Armadas, y era tambien un autor intelectual y material de la represión y el genocidio. En 1982-1983 el General Efraín Ríos Montt encabezó uno de estos regimenes. La “Fiebre del Oro” muestra imágenes de un Ríos Montt más joven que sonríe mientras explica que las Fuerzas Armadas tenía que imponer su voluntad sobre el pueblo guatemalteco.
Hoy, Rios Montt enfrenta un juicio por genocidio entre otros crímenes de guerra, mientras que Perez Molina goza de inmunidad por ser un funcionario electo y por tanto no puede ser juzgado. Al igual que yo, muchas de las personas que asistieron al Teatro Nacional también habían acudido al juicio esa mañana, para observar el juicio que se realiza en contra de Ríos Montt.
El estallido espontáneo de la consigna “Genocida” es un indicador poderoso de la indignación del público, ante la casi total falta de justicia en el caso de los genocidios y otros crímenes de guerra del pasado reciente, y el hecho que Guatemala se mantiene como un país profundamente injusto, anti-democrático, violento y represivo.
EL 18 DE ABRIL, DÍA 20 DEL JUICIO POR GENOCIDIO
En el Palacio de Justicia, Ciudad de Guatemala, los generales retirados José Efraín Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez pasaron el día 20 de su juicio (que se inició el día 19 de marzo) por cargos de genocidio y otros crímenes de lesa humanidad que se cometieron contra el pueblo Maya Ixil del departamento de Quiché durante el régimen militar dirigido por Ríos Montt entre 1982 y 1983, que contó con el respaldo de EE.UU. En ese momento, Ríos Montt encabezó dicho régimen y Rodríguez Sánchez estaba a cargo de la inteligencia militar.
Es un caso judicial singular, largamente esperado, que sentará precedentes. A pesar de las maniobras legales por parte de la defensa y a pesar de las continuas amenazas y acciones represivas contra las personas involucradas, a pesar del estado generalizado de impunidad en el que operan los sectores poderosos en Guatemala, con gran valentía los testigos sobrevivientes, abogados y activistas de derechos humanos siguen adelante.
[Para un resumen a profundidad del caso, vea “The Trial of Efrain Rios Montt & Mauricio Rodriguez Sanchez”: http://www.riosmontt-trial.org/2013/04/with-one-order-from-him-he-could-have-changed-the-entire-situation-prosecution-expert-witnesses-testify-about-internal-displacement-command-responsibility-and-the-history-of-the/]
LOS ABOGADOS DE LOS ACUSADOS SALEN FURIOSOS
Después de dos horas de alegatos, los miembros del equipo de abogados que defiende los dos generales salieron furiosos del tribunal la mañana del 18 de abril, “en protesta” contra supuestas faltas al procedimiento. Esta postura legal montada dejó sentados solos a Ríos Montt y Rodríguez Sánchez y por tanto puso fin a la sesión del juicio de ese día.
A finales de la tarde (el 18 de abril), se dio otro manipuleo jurídico – la jueza Carol Patricia Flores, quien pertenece a otra sala penal, aseveró que debe declararse nulo el juicio por genocidio. Un titular de primera plana el 19 de abril proclamó “Se declaró nulo el juicio por genocidio.” Las manipulaciones y maniobras legales seguramente continuarán.
Es un caso sumamente complicado, no solo debido a lo complejo que es probar el genocidio y otros crímenes de guerra, no solo por las maniobras legales de los abogados de los acusados y las intervenciones absurdas de jueces de otros tribunales, pero más aún debido a la situación política de violencia y represión, corrupción e impunidad que se sigue viviendo en Guatemala.
El trabajo y la lucha por la verdad, la memoria y la justicia es una lucha mucho más amplia, complicada y peligrosa que este solo juicio.
LOS ASIENTOS VACÍOS EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS
No cabe duda que Ríos Montt y Rodríguez Sánchez son autores intelectuales del genocidio contra los pueblos Maya Ixil. Les debieron haber encarcelado de por vida hace 30 años; se debe declararlos culpables y sentenciarlos así ahora.
Pero, por un lado, a estos dos generales los están dejando a su suerte, cargando con todas las culpas. Hay otros militares y políticos de alto rango que deberían enfrentar juicios como autores intelectuales y materiales de al menos cuatro de los genocidios cometidos en diferentes regiones Mayas de Guatemala, y por otros crímenes de guerra que incluyen masacres a gran escala, desapariciones, asesinatos, violaciones, desalojos forzosos etc.
Entre estos acusados que faltan está el actual presidente de Guatemala, el general retirado Otto Pérez Molina.
FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO DE EE.UU. TAMBIÉN DEBERÍAN SER CO-ACUSADOS
Funcionarios estadounidenses, civiles y militares, de fines de los anos 1970s e inicios de los 1980s también deberían ser considerados como co-acusados en el juicio por genocidio ya que el gobierno estadounidense jugó un papel de cómplice en los genocidios y otros crímenes de guerra que se produjeron en Guatemala .
[Para conocer más acerca del papel que jugó el General Pérez Molina y el gobierno de EE.UU. en los genocidios y crímenes de guerra, lea el artículo reciente de Allan Nairn http://www.allannairn.org/2013/04/breaking-news-genocide-trial-of-general.html; y vea su entrevista en Democracy Now: http://www.democracynow.org/2013/4/19/exclusive_allan_nairn_exposes_role_of]
(El presidente de EE.UU. Ronald Reagan se reunió con el General Ríos Montt luego que tomó el poder en 1982 a través de un golpe de estado auspiciado por EE.UU. El día 4 de diciembre 1982, el Presidente Reagan manifestó que: "El Presidente Ríos Montt es un hombre de gran integridad personal y compromiso…. Yo sé que quiere mejorar la calidad de vida para todos los Guatemaltecos y promover la justicia social." [http://nacla.org/news/2012/3/23/central-america-between-past-and-present])
El 9 de abril de 2013 el embajador de EE.UU. por fin asistió a una sesión del juicio y hizo un llamado a “todos los Guatemaltecos a respetar la legitimidad e integridad del proceso” (http://www.ghrc-usa.org/). No hace falta que un funcionario del gobierno estadounidense esté hablando palabras lindas sobre el estado de derecho. Hace falta que se le obligue a asumir su responsabilidad jurídica y política a EE.UU. por su complicidad con los genocidios y la represión que vivió Guatemala .
LA “DISCULPA” DE CLINTON
“Para Estados Unidos, es importante señalar con claridad, que fue un error respaldar a las fuerzas militares y unidades de inteligencia [guatemaltecas] que participaron en la violencia y la represión masiva. Estados Unidos no debe volver a cometer ese error”. (Presidente Clinton, New York Times, el 11 de marzo de 1999)
Así dijo el Presidente Clinton en 1999. Es todo. En marzo de 1999, Clinton viajó a Guatemala para reunirse con los líderes centroamericanos a fin de tratar una serie de temas. Se dio el caso que el 25 de febrero de 1999 la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas (la Comisión para la Clarificación Histórica) divulgo su informe final “Memoria del Silencio.” (http://shr.aaas.org/guatemala/ceh/report/english/toc.html)
Se creó dicha comisión para documentar los abusos de derechos humanos cometidos en Guatemala de 1960 a 1996. El informe, Memoria del Silencio es un resumen profundo y devastador de la represión y el genocidio cometido por regímenes sucesivos y la oligarquía contra su propio pueblo. En sus conclusiones señala el asesinato de más de 200.000 personas; la desaparición de más de 50.000 personas; el desplazamiento forzoso de sus hogares y comunidades de 1.000.000 personas. Estableció que se aplicó la violación sexual como una medida de represión; que la abrumadora mayoría de víctimas eran civiles; y que más del 80% de las víctimas provenían de pueblos indígenas Mayas.
Al arribar a Guatemala poco después de darse a conocer la Memoria del Silencio, el Presidente Clinton optó por disculparse por cualquier “error” de Estados Unidos. Sus declaraciones se publicaron en los medios de comunicación. Ningún editorial o crítico de EE.UU. mostró su indignación; nadie pidió que se establezca un tribunal internacional para juzgar crímenes de guerra.
NO FUE “ERROR”
Los actos de Estados Unidos en Guatemala desde el golpe militar respaldado por EE.UU. contra el gobierno democrático en 1954 no constituyen un “error”. Como política, los EE.UU. ha proporcionado ayuda económica, militar y política a las fuerzas armadas, a la policía y a los escuadrones de la muerte que cometieron actos de genocidio y otros crímenes de guerra contra su propio pueblo. Las fuerzas militares de EE.UU. (de manera abierta y encubierta) han participado en la represión.
La “disculpa” de Clinton fue peor que el silencio, pues sirvió para encubrir políticas soterradas que siempre buscan mantener en el poder o regresar al poder a regímenes que promueven y defienden los intereses económicos de Estados Unidos.
UN SISTEMA DE EXCLUSIONES MÚLTIPLES
La Memoria del Silencio fue más allá que otros informes de derechos humanos al analizar las causas más profundas de lo sucedido en Guatemala . Explica que para comprender la represión y los genocidios, uno tiene que volver en el tiempo al año 1954 cuando el golpe de estado orquestado desde EE.UU. sacó del poder al gobierno del Presidente Arbenz, así poniendo fin a los únicos diez años de democracia de la historia guatemalteca y dando inicio a las décadas de represión que siguieron… una represión que continúa hasta ahora.
Tal como se estableció en una serie de libros e informes (entre los cuales está el libro “Bitter Fruit: The Story of the American Coup in Guatemala”), el golpe de estado de 1954 se llevó a cabo principalmente con la finalidad de defender los intereses amplios y monopólicos de la empresa United Fruit Company, entre otros intereses economicos norteamericanos.
Memoria del Silencio:
(traduccion no-oficial)
“La estructura y la naturaleza de las relaciones económicas, culturales y sociales en Guatemala han sido profundamente excluyentes, antagónicas y conflictivas, reflejo de su historia colonial… El carácter antidemocrático de la tradición política Guatemalteca tiene sus raíces en una estructura económica caracterizada por la concentración en pocas manos de los bienes productivos, sentando con ello las bases de un régimen de exclusiones múltiples…”
“El Estado se fue articulando paulatinamente como un instrumento para salvaguardar esa estructura, garantizando la persistencia de la exclusión y la injusticia. … [Asimismo], la ausencia de una política social eficaz por parte del Estado, con excepción de la época que abarca de 1944 a 1954, acentuó esta dinámica histórica excluyente…
“Quedó así conformado un círculo vicioso donde la injusticia social [la violación sistemática de derechos económicos, políticos, civiles, culturales y sociales] provocó protesta y luego inestabilidad política, que permanentemente sólo tuvo dos respuestas: la represión [la violación sistemática de ciertos derechos políticos y civiles] o golpe militar.”
“Frente a movimientos que proponían reivindicaciones económicas, políticas o sociales o culturales, el Estado recurrió crecientemente a la violencia y el terror para mantener el control social. En este sentido la violencia política fue una expresión directa de la violencia estructural de la sociedad.”
LOS GENOCIDIOS MANTUVIERON UN SISTEMA DE EXCLUSIONES MÚLTIPLES
Memoria del Silencio confirma que las fuerzas respaldadas por Estados Unidos fueron responsables del 93% de las violaciones de derechos políticos y civiles, y concluye que los genocidios fueron planificados y realizados en al menos cuatro regiones Mayas:
“Mediante masacres y denominadas operaciones de tierra arrasada, planificadas por las fuerzas del Estado, se exterminaron por completo comunidades mayas, así como destruyeron sus viviendas, ganado, cosechas y otros elementos de sobrevivencia. La CEH registró 626 masacres atribuibles a estas fuerzas [del Estado]. Con las masacres, las operaciones de tierra arrasada, el secuestro y ejecución de autoridades líderes mayas y guías espirituales ….se buscaba ….. desestructurar ante todo los valores culturales que aseguraban la cohesión y la acción colectiva de las comunidades [mayas].”
Al responder a una pregunta acerca del genocidio y el papel que jugó Estados Unidos, el presidente de la Comisión de la Verdad, Christian Tomuschat, manifestó: “Estados Unidos conocía perfectamente lo que estaba pasando. No se opuso y más bien continuó respaldando a las Fuerzas Armadas de Guatemala.”
UN SISTEMA CONTINUO DE EXCLUSIONES MÚLTIPLES
Las consecuencias del golpe militar de 1954 y de la represión y los genocidios de los 1980s son visibles en Guatemala hoy – el sistema de exclusiones múltiples se mantiene vigente. Gran parte de la represión del gobierno y del sector privado está dirigida a las comunidades campesinas e indígenas y a activistas de derechos humanos, quienes en su lucha por defender sus tierras, bosques y fuentes de agua, se oponen a la imposición ilícita y violenta de proyectos de “desarrollo” a gran escala: las represas hidroeléctricas; la minería; la producción de palma y azúcar para combustibles biológicos; las exploraciones en busca de petróleo y gas, entre otros.
Las empresas mineras Norteamericanas (Goldcorp, Hudbay Minerals, Tahoe Resources, Radius Gold, KCA Associates) han provocado daños considerables al medio ambiente, daños a la salud, violaciones de derechos humanos y represión a lo largo del país en las zonas mineras donde operan, o antes operaban o donde preparan la realización de operaciones. Se han beneficiado de los sistemas de exclusiones múltiples y las estructuras de impunidad y corrupción que se afincaron gracias al golpe militar respaldado por EE.UU. en 1954 y que se han mantenido gracias a los genocidios y la represión de los años 1980s.
EL 19 DE ABRIL, EL DÍA 21 – “JUSTICIA …”
De nuevo en el tribunal a las 8:30AM, el 21 de abril, el día 21 del juicio por genocidio, la Jueza Yasmin Barrios hizo caso omiso a los titulares sensacionalistas de la mañana, y - contradiciendo la supuesta “decision” de la Jueza Carol Patricia Flores – aclaró simplemente que el juicio por genocidio continúa. Asimismo informó que los abogados defensores de Ríos Montt y Rodríguez Sánchez habían abandonado a sus clientes y que por tanto, el tribunal nombraría defensores de oficio para asumir su defensa.
Manifestaciones de júbilo se expresaron en el tribunal. Cientos de guatemaltecos, muchos de los cuales eran sobrevivientes y familiares de las víctimas del genocidio – aplaudieron la decisión y corearon “justicia, justicia, justicia.”
Seguramente vendrán más maniobras legales. Las tensiones políticas están en incremento en Guatemala . Seguramente habrá más amenazas y más represión.
HACIA EL FUTURO
Es imprescindible asegurar que se haga justicia en este juicio. Se necesita mayor atención publica a nivel nacional e internacional; más ayuda económica; y mas acompañamiento internacional de derechos humanos.
Es imprescindible asegurar que se haga justicia en todos los casos de crímenes de guerra. Aún con los peligros con los que avanza este juicio por genocidio, la gran mayoría de casos que contempla crímenes de guerra están entrampados en un sistema judicial caracterizado por la corrupción y la impunidad. A este respecto, el Presidente Otto Pérez Molina también tendrá que ser juzgado, más temprano o más tarde, bajo la acusación como autor intelectual y material de genocidio y otros crímenes de guerra.
Y, en los Estados Unidos, existe una necesidad, largamente esperada, de se asuma públicamente la responsabilidad y que se haga justicia, por el papel cómplice de Estados Unidos en los genocidios y otros crímenes de guerra en Guatemala.
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Grahame Russell es abogado de profesión, autor, Profesor Adjunto de la Universidad de Columbia Británica del Norte, y co-director de Derechos en Acción. (info@rightsaction.org)
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