Amnistía Internacional; Israel y Territorios Ocupados
El muro y los asentamientos de Cisjordania, una afrenta para los derechos de los palestinos
El muro de Israel en la Cisjordania ocupada, que separa a los palestinos
de sus tierras de cultivo, y los asentamientos, que ocupan aún más
tierras, constituyen violaciones del derecho internacional, ha dicho hoy
Amnistía Internacional, mientras el presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, continúa con su primera visita a la región.Según ha sabido la organización, en los últimos días los agricultores palestinos del pueblo de Jayyus, en el norte de Cisjordania, que desde hace años tienen problemas para acceder a sus tierras atravesando el muro construido por el ejército (que en esta zona consiste en una estructura electrificada y fuertemente vigilada), se enfrentan ahora a obstáculos adicionales por parte de los colonos israelíes.
Los colonos han instalado un puesto de avanzada en una caravana al norte del asentamiento israelí de Tsufim (Zufin), en las tierras de los agricultores. El ejército finalmente ha comenzado a cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Israel, que en 2009 ordenó que el trazado de la valla se modificara para devolver algunas de las tierras a los agricultores, y al parecer ésta es la respuesta de los colonos.
"La actuación de los colonos poniendo trabas a la modificación del trazado de la valla del ejército porque con ella se devuelve a los palestinos una fracción de sus tierras de labranza y se frustran sus planes de expansión del asentamiento es sencillamente indignante”, ha dicho Ann Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
"El derecho internacional exige que la valla/muro y los asentamientos se retiren de los Territorios Palestinos Ocupados, pero la realidad sobre el terreno es tan diferente que da la sensación de que las excavadoras están pasando directamente por encima de los Convenios de Ginebra y la Corte Internacional de Justicia.”
“El presidente Obama ha hablado firmemente sobre la interrupción del proyecto de asentamiento israelí. Su visita a la región es una ocasión única para que vaya a Jayyus y vea por sí mismo las consecuencias de las violaciones del derecho internacional que se están cometiendo.”
El domingo 17 de marzo, hombres, mujeres y jóvenes, al parecer colonos, se manifestaron junto a uno de los accesos de los agricultores de Jayyus en la valla, al estilo de las manifestaciones de los palestinos contra el muro, bloqueando el acceso de los agricultores durante algunas horas.
Los colonos se oponen al fallo del Tribunal Superior de Israel porque consideran que devuelve a los palestinos tierras previamente destinadas por el gobierno de Israel a la expansión de los asentamientos israelíes.
Los agricultores de Jayyus están deseando que se les devuelvan 2,4 kilómetros cuadrados de tierras, pero se muestran consternados por el gran deterioro que la construcción del nuevo trazado de la valla está suponiendo para las fértiles tierras de cultivo de las que dependen para vivir.
E incluso después de la modificación del trazado de la valla electrificada y fuertemente vigilada, 5 kilómetros cuadrados de tierras de Jayyus, bastante más de la mitad, quedarán inaccesibles.
"Incluso si retiran las caravanas de los colonos y se modifica el trazado del muro construido por el ejército, no se cumplirán las exigencias del derecho internacional”, ha dicho Harrison.
"Según la Corte Internacional de Justicia, en las zonas en que el muro invade los Territorios Palestinos Ocupados, éste es ilegal, y debe desmantelarse. El tribunal internacional también ha dispuesto que las personas que hayan sufrido daños a consecuencia del muro tienen derecho a recibir reparación. Con arreglo al derecho internacional también está claro que los asentamientos israelíes son ilegales y deben ser retirados.”
Mientras construía el muro en la zona, el ejército israelí prometió que los lugareños tendrían libre acceso a sus tierras. Inmediatamente después de la construcción, se concedieron permisos a la mayoría de los agricultores. Sin embargo, pronto el ejército comenzó a negarse a renovar los permisos cada vez a más agricultores, privándolos a ellos y a sus familias de su medio de vida.
Jayyus es una comunidad agrícola de 3.500 habitantes, todos los cuales dependen directa o indirectamente de la agricultura para vivir. El ayuntamiento de Jayyus calcula que menos de la mitad de sus agricultores tienen ahora permiso para acceder a sus tierras.
El asentamiento de Tsufim (Zufin) se encuentra situado al oeste y es uno de los más de 130 asentamientos que albergan a medio millón de israelíes en los Territorios Palestinos Ocupados y causa la violación de diversos derechos humanos de los palestinos, como el derecho a no ser discriminados y a disfrutar de un nivel de vida adecuado.
Más información
Gabinete de prensa de la Sección Española de Amnistía Internacional, Telf., 91 310 12 77
Centro de Documentación de AI: doc.es.amnesty.org.
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Activista palestino dice que Israel no respetó la moratoria en las colonias
20 octubre 2010
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La construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania ocupada continuó durante la moratoria de diez meses decretada por el Gobierno israelí y que expiró el pasado 26 de septiembre, dijo hoy en Madrid el activista palestino Dawood Hamudeh.
“En Cisjordania se advertía este verano a simple vista esa edificación, sobre todo, en las carreteras especiales para los colonos judíos, pero también en las zonas industriales”, añadió Hamudeh, miembro de la ONG “Parar el Muro”, en una rueda de prensa en la capital española, a invitación de la “Plataforma 2015 y Más”.
Durante la moratoria “se construyeron 4.000 casas, además de infraestructuras. Muchas de esas viviendas están vacías”, indicó el activista experto en economía israelí y residente en Jerusalén Este.
“Lo que pedimos como palestinos no es congelar los asentamientos, sino pararlos. Eso supone también cesar la consiguiente edificación de escuelas, supermercados y carreteras. Toda esa infraestructura que los convierte en pequeños pueblos”, manifestó.
En cuanto a la disputada zona, el representante de “Parar el Muro”, cuya sede central está en la ciudad cisjordana de Ramala, comentó: “Existe una lucha por cada metro cuadrado de tierra en Cisjordania entre los colonos judíos y la población palestina”.
Esa lucha deriva “del hecho histórico de que desde 1948 ha habido diferentes divisiones de la Palestina histórica que la han convertido a día de hoy en un terreno muy fragmentado”, explicó.
Recordó que en la actualidad el muro, que Israel prevé tenga 710 kilómetros, “cuenta con unos 287 guetos”, y que no se puede edificar a menos de 150 metros de él en Cisjordania por razones de seguridad.
En cuanto al objetivo de esta barrera, admitió la efectividad que ha tenido para los planes israelíes. “Si Israel cree que el muro puede bloquear a los (terroristas) suicidas, vale. Pero no ocurrirá así con la resistencia palestina”, precisó.
No obstante, Hamudeh insistió en que “el objetivo de la valla es controlar la tierra. Separar a los palestinos, pero sobre todo, controlar el agua”, un bien escaso en la zona.
“Israel controla todas las carreteras e infraestructuras”, agregó y precisó que existen 200.000 colonos judíos en Cisjordania y 200.000 en Jerusalén oriental, donde los palestinos aspiran a proclamar su Estado.
Sobre la diferente percepción del muro, Hamudeh aseguró que “los israelíes no lo ven”.
“En la parte donde es más frecuente el paso de la población israelí la barrera está camuflada inteligentemente con plantas. O como ocurre en Jerusalén están pintados artísticamente con ‘grafitis’. En la parte palestina es más visible el “hormigón”, relató.
“En 2002 cuando comenzó a construirse, la población palestina desconocía su alcance. En 2005 cuando su impacto empezaba a ser considerable comenzó a organizarse. Ahora se ha dado cuenta de que la protesta sirve más que las negociaciones”, indicó.
“Por ello, hay una esperanza en que la resistencia popular pacífica sirva para algo”, dijo sin atreverse a poner una fecha imaginaria a su demolición.
Sobre las actuales negociaciones de paz palestino-israelíes Hamudeh declaró: “la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Al Fatah, ambas presididas por Mahmud Abás, intentan forzar un acuerdo”.
“No puede forzar a la sociedad palestina a creer que esto es por su bien. Esa sociedad tiene que empatizar con él. De lo contrario, la siguiente “Intifada podría ser contra la ANP”, concluyó.
(Con informaicón de EFE)
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