Escrache: el horror batasuno, filoterrorista, totalitario y antidemócrata
Recientemente, el argumentario de montones de tertulianos, opinadores y demás chusma manipulante del español medio se ha aderezado contándonos los horrores preternaturales que van a despertarse en España a causa de una nueva forma de protesta contra los políticos, el escrache, táctica pérfida, vil y guerracivilista que solo individuos como Hitler, Pol Pot o el mismo Cthulhu tendrían las agallas de poner en práctica. Tal es el horror que, según estos opinadores doctorados en todología, campa suelto por esta otrora bella piel de toro.
…………Pero ¿en qué consiste tan satánico ritual? Pues nada más y nada menos (dejen de leer aquí, esto puede herir su sensibilidad) que en señalar por las calles y barrios por las que pasean y viven sus ilustres señorías a aquellos sobre los que se quiere ejercer presión. ¡Inconcebible!: quieren que los diputados sepan cuál es la realidad de las personas sobre las que legislan.
…………Tal blasfemia no es de extrañar que cause urticaria, sarpullidos y diarrea verbal a nuestros amigos todólogos. ¿Desde cuándo el político debe escuchar al ciudadano? El político sólo debe atender a la macroagenda de grandes compañías, de grandes financieros, de política internacional, y los del pueblo solo existen para decir: “Sí, «bwana»”, y con votar gris clarito o gris oscuro cada cuatro años ya tienen más que suficiente.
…………Una pretensión como esta puede alterar los cimientos mismos de la democracia, imagínense que, de repente, se gobernase para el ciudadano y no para los grandes intereses corporativos y extranjeros; ¡eso sería populismo! ¿Que cómo lo sé? Es fácil: si se trata de algo que le gusta al ciudadano medio, entonces es populismo.
…………Pero, claro, el problema de estos tipos tan serios con trajes tan caros y discurso tan elaborado (bueno, esto último, en realidad, no tanto) es que suelen estar a sueldo de partidos políticos. Tanto es así que llegó a filtrarse recientemente un ‘mail’ con el argumentario que iba dirigido a los propagandistas del Partido Popular, lo que tristemente pasó inadvertido en los medios convencionales, aunque esto no sea de extrañar.
…………El hecho es que estos tipos muy serios pretenden comparar el escrache que hacen los desahuciados y pobres a los políticos con el marcaje que hacía los malvados nazis a los judíos. Por supuesto, es posible que el avezado lector intuya que hay alguna que otra sutil diferencia entre ambas situaciones. La más notoria es que, bueno, los que tienen el poder no son los que señalan con el dedo, cosa harto diferente a lo que ocurría con los nazis, puesto que, cuando los nazis te señalaban, acababas en un campo de exterminio, y cuando te señala la PAH, ponen pegatinas en tu barrio y te gritan un poco; sutiles diferencias que encuentra uno. Me imagino que ya habréis escuchado el simpático argumento de que “así empezaron los nazis”, un ejemplo perfecto de falacia de pendiente resbaladiza que no merece más comentario.
…………Por otra parte, se intenta por todos los medios disociar el medio —el escrache, como forma de protesta— del fin, ello debido a que, como es harto complicado atacar la defensa de la dación en pago retroactiva, la paralización de desahucios y la actual necesidad del alquiler social, se ataca el medio tachándolo de reprobable y argumentando que el fin no justifica los medios.
…………Triste, muy triste es cuando se tiene que recurrir a semejante tópico del humanismo para atacar acciones políticas. Lo cierto es que, más allá de la posición que se adopte en el debate de si Maquiavelo tiene o no razón acerca de si el fin en la política real siempre justifica los medios, se plantea el siguiente ejercicio:
…………Para los todólogos, si el fin no justifica los medios, el escrache no está justificado. Entonces tampoco estará justificado que la policía apalee a gente en manifestaciones, dejando órganos oculares destruidos, que detenga violentamente a un delincuente o que expulse a familias con menores de su vivienda, porque si el medio no se justifica, entonces simplemente no puede utilizarse. Automáticamente surgirá la siguiente observación: “La policía tiene el monopolio de la violencia y es la encargada de hacer cumplir la ley”, pero esto es irrelevante, porque entonces se estaría diciendo que el fin de cumplir la ley justifica cualquier medio o abuso que conlleve. Y si un fin justifica cualquier medio, esto quiere decir que los fines sí justifican los medios y la premisa inicial no es válida.
…………Pero, bueno, aunque todo esto sea lógico y estemos hablando de una contradicción evidente de nuestros amigos los todólogos, eso no va a hacer que dejen de vomitar sus burdas y simples manipulaciones por el tipo de medio que sea. Recuerden que, en realidad, no son así de idiotas; simplemente les pagan para tratarnos a nosotros como si lo fuésemos.
…………Debemos también considerar la definición de ‘escrache’. El escrache es una forma de protesta pública, enraizada en el derecho constitucional a la libre manifestación, que tiende a objetivar al responsable político el disenso social existente. No es más que eso y no implica violencia alguna.
…………El escrache es constitucional, como también lo son, al parecer, los métodos del cobrador del frac y las agencias de cobro de morosos, que han actuado y actúan con métodos similares sin que nadie les tache de violentos.
…………Pero ¿en qué consiste tan satánico ritual? Pues nada más y nada menos (dejen de leer aquí, esto puede herir su sensibilidad) que en señalar por las calles y barrios por las que pasean y viven sus ilustres señorías a aquellos sobre los que se quiere ejercer presión. ¡Inconcebible!: quieren que los diputados sepan cuál es la realidad de las personas sobre las que legislan.
…………Tal blasfemia no es de extrañar que cause urticaria, sarpullidos y diarrea verbal a nuestros amigos todólogos. ¿Desde cuándo el político debe escuchar al ciudadano? El político sólo debe atender a la macroagenda de grandes compañías, de grandes financieros, de política internacional, y los del pueblo solo existen para decir: “Sí, «bwana»”, y con votar gris clarito o gris oscuro cada cuatro años ya tienen más que suficiente.
…………Una pretensión como esta puede alterar los cimientos mismos de la democracia, imagínense que, de repente, se gobernase para el ciudadano y no para los grandes intereses corporativos y extranjeros; ¡eso sería populismo! ¿Que cómo lo sé? Es fácil: si se trata de algo que le gusta al ciudadano medio, entonces es populismo.
…………Pero, claro, el problema de estos tipos tan serios con trajes tan caros y discurso tan elaborado (bueno, esto último, en realidad, no tanto) es que suelen estar a sueldo de partidos políticos. Tanto es así que llegó a filtrarse recientemente un ‘mail’ con el argumentario que iba dirigido a los propagandistas del Partido Popular, lo que tristemente pasó inadvertido en los medios convencionales, aunque esto no sea de extrañar.
…………El hecho es que estos tipos muy serios pretenden comparar el escrache que hacen los desahuciados y pobres a los políticos con el marcaje que hacía los malvados nazis a los judíos. Por supuesto, es posible que el avezado lector intuya que hay alguna que otra sutil diferencia entre ambas situaciones. La más notoria es que, bueno, los que tienen el poder no son los que señalan con el dedo, cosa harto diferente a lo que ocurría con los nazis, puesto que, cuando los nazis te señalaban, acababas en un campo de exterminio, y cuando te señala la PAH, ponen pegatinas en tu barrio y te gritan un poco; sutiles diferencias que encuentra uno. Me imagino que ya habréis escuchado el simpático argumento de que “así empezaron los nazis”, un ejemplo perfecto de falacia de pendiente resbaladiza que no merece más comentario.
…………Por otra parte, se intenta por todos los medios disociar el medio —el escrache, como forma de protesta— del fin, ello debido a que, como es harto complicado atacar la defensa de la dación en pago retroactiva, la paralización de desahucios y la actual necesidad del alquiler social, se ataca el medio tachándolo de reprobable y argumentando que el fin no justifica los medios.
…………Triste, muy triste es cuando se tiene que recurrir a semejante tópico del humanismo para atacar acciones políticas. Lo cierto es que, más allá de la posición que se adopte en el debate de si Maquiavelo tiene o no razón acerca de si el fin en la política real siempre justifica los medios, se plantea el siguiente ejercicio:
…………Para los todólogos, si el fin no justifica los medios, el escrache no está justificado. Entonces tampoco estará justificado que la policía apalee a gente en manifestaciones, dejando órganos oculares destruidos, que detenga violentamente a un delincuente o que expulse a familias con menores de su vivienda, porque si el medio no se justifica, entonces simplemente no puede utilizarse. Automáticamente surgirá la siguiente observación: “La policía tiene el monopolio de la violencia y es la encargada de hacer cumplir la ley”, pero esto es irrelevante, porque entonces se estaría diciendo que el fin de cumplir la ley justifica cualquier medio o abuso que conlleve. Y si un fin justifica cualquier medio, esto quiere decir que los fines sí justifican los medios y la premisa inicial no es válida.
…………Pero, bueno, aunque todo esto sea lógico y estemos hablando de una contradicción evidente de nuestros amigos los todólogos, eso no va a hacer que dejen de vomitar sus burdas y simples manipulaciones por el tipo de medio que sea. Recuerden que, en realidad, no son así de idiotas; simplemente les pagan para tratarnos a nosotros como si lo fuésemos.
…………Debemos también considerar la definición de ‘escrache’. El escrache es una forma de protesta pública, enraizada en el derecho constitucional a la libre manifestación, que tiende a objetivar al responsable político el disenso social existente. No es más que eso y no implica violencia alguna.
…………El escrache es constitucional, como también lo son, al parecer, los métodos del cobrador del frac y las agencias de cobro de morosos, que han actuado y actúan con métodos similares sin que nadie les tache de violentos.
0 comentarios:
Publicar un comentario