¿en Que Creer?
¿en Quién Creer?
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No hace falta explicar, con la que está cayendo, que vivimos una de las mayores crisis a todos los niveles del último medio siglo. Lo que empezó siendo una crisis económica y financiera se ha convertido en una profunda crisis sociopolítica y, finalmente, sistémica.
Aquellas figuras "sagradas", aquellos pilares inmutables se van desmoronando con la sucesión de los acontecimientos. ¿En qué creer hoy? ¿En qué espejo mirarnos? ¿A quién recurrir? Nuestra sociedad empieza a sufrir una confusión brutal en el sentir colectivo, en figuras sociales hasta hoy incuestionables. Todo ello provoca una inseguridad e incertidumbre que pueden derivar en graves problemas sociales si no hay soluciones reales que recuperen la confianza del pueblo...
Podríamos hacer un repaso de aquello que se consideraba parte del cotidiano rumbo social, hoy convertido en objeto de debate y de un progresivo descrédito:
SISTEMA DE GOBIERNO Y MODELO DE ESTADO
¿Quién cuestionaba hasta hace muy poco nuestro modelo de Estado? Obviamente, el debate entre Monarquía Parlamentaria y República siempre ha estado ahí, pero también es cierto que los sucesivos acontecimientos de la Casa Real han provocado un debate mucho más activo y visible. ¿Ejemplos? La imputación en graves delitos de Urdangarín, los viajes de caza, el uso de un arma de Froilán siendo menor, la salud del monarca, la actitud de la Casa del Rey en el caso Nóos, el asunto Corinna, la fortuna en Suiza de Don Juan y, para rematar, la imputación de la Infanta Cristina...
No sé si es que los medios de comunicación han dejado a un lado su largo "pacto de no agresión"a la Casa Real y ahora cuentan lo que ha ocurrido siempre, o bien se ha ido diluyendo el respeto y prestigio que disfrutaba la Familia Real. En cualquier caso, son los ciudadanos de a pie quienes no dan crédito con tanto ir y venir de escándalos de una pieza clave en la estabilidad política de nuestro país, como es la Jefatura del Estado. La conducta ejemplarizante brilla por su ausencia, y eso provoca confusión en millones de españoles a quienes se les exigen sacrificios que provocan dolor y sufrimiento.
Mejor no hablemos de los graves problemas territoriales del Estado, del auge del independentismo catalán y su potenciación insensata por parte del nacionalismo extremo. ¿Qué modelo queremos? ¿Federal/autonómico, centralizado? La respuesta la deben construir entre los responsables institucionales y políticos del país. Pido a quienes nos dirigen que dejen de enfrentar a las personas y sus sentimientos, pido lealtad y responsabilidad de Estado, por favor.
SISTEMA TRADICIONAL DE PARTIDOS
¿Quién planteaba otro modelo que no fuese el de la democracia representativa? Afortunadamente, no somos Grecia en el sentido de la proliferación de partidos y/o movimientosextremistas, populistas y peligrosos. Allí, cientos de miles de personas votan a la neonazi Aurora Dorada, ¿cuánto falta en España para algo parecido? Por mucho que digan, los movimientos sociales que van surgiendo en España están consiguiendo canalizar y relajar el cabreo e indignación ciudadana. Al margen de los escraches de la PAH o las acampadas del 15M,¿se les pueden considerar extremistas y peligrosos? De ninguna manera. Deberían ciertos políticos del PP leer más y cuidar mucho sus palabras, tildando de nazismo las actuaciones de la PAH. Hay que ser serios y no frivolizar con la mayor atrocidad y vergüenza que haya sufrido el mundo moderno. No obstante, que en España no hayan surgido focos extremistas no quiere decir que no exista una profunda desafección hacia los políticos y los partidos políticos.
PODER EJECUTIVO Y LEGISLATIVO
Como decía, la desafección hacia los políticos (que no hacia la política) se ve reflejada en el rechazo social que sufren los partidos tradicionales, y también los minoritarios. La abstención en unas elecciones alcanza niveles no conocidos, según las encuestas. El Congreso, lugar sagrado de la soberanía nacional hasta hace muy poco, implica rechazo con solo ver su imagen en mucha gente. ¿Nos extraña? La sensibilidad social es mayor cuanto más difícil sea el contexto económico, en crisis todo molesta como es lógico.
Los graves casos de corrupción política, el fraude electoral llevado a cabo por el Partido Popular en el Gobierno, la profunda lejanía que sienten los ciudadanos con sus representantes, la privatización ideológica del PP en temas vitales para la población como la Sanidad o Educación Públicas, el apuñalamiento de la igualdad de oportunidades, el profundo retroceso en derechos laborales y sociales...Todo ello lleva al rechazo social de nuestro modelo político, calificando a todos por igual. Lo peligroso es que, por extensión, acabe salpicando al concepto "democracia". Aprovechemos que la gente busca un cambio en el sistema y no un cambio de sistema, por el momento. El poder político debe solucionarlo como objetivo prioritario. ¿Cómo hacerlo? Haciendo sentir a los españoles partícipes de la vida política. Ya no vale votar cada cuatro años y olvidarse, la gente quiere un gobierno abierto basado en la transparencia real, la participación y la colaboración. No se puede gobernar contra la mayoría del pueblo español, la legitimidad democrática está en entredicho.
PODER JUDICIAL
Otro poder tocado y afectado por la desconfianza. ¿Cuántas veces hemos oído que no hay justicia? ¿Cuántas veces que es muy lenta y no todos somos iguales ante la ley? Yo perdí la cuenta. No se puede reprochar a quienes gritan a la Justicia, no es coherente culpar a quienes no confían en los jueces. Personas que han visto cómo el Presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo protagoniza un presunto escándalo de malversación de caudales públicos, por ejemplo. Lalentitud de la justicia provoca fallos indignantes que provocan malestar y opiniones que nacen de las tripas y del corazón. ¿Irá Urdangarín a la cárcel? ¿Por qué a Bárcenas no se le retiró el pasaporte en el primer minuto o está cautelarmente en prisión? ¿Por qué el Gobierno impone un tasazo judicial que impide el acceso judicial a los más débiles y con menos recursos? Son muchas preguntas de difíciles respuestas.
AGENTES SOCIALES
La patronal y los sindicatos tampoco se libran. ¿Cómo mantener la confianza si el ex-presidente de la Patronal, Díaz Ferrán, está implicado en gravísimos delitos de estafa? ¿Dónde queda el modelo de empresario ejemplar? ¿Y el vicepresidente, Arturo Fernández, que presuntamente paga en negro a sus trabajadores? ¿Y aquellos sindicalistas implicados en casos de corrupción? ¿Y los que han sido partícipes del desmadre de las cajas de ahorro autonómicas? Está claro que es de necios generalizar, pero la gente ve lo que ve y no se puede hacer mucho más por evitarlo. Bueno sí, empezar a dar ejemplo.
BANCA
¿Hablamos de las cajas de ahorros? Instrumentos políticos para la financiación irregular, cobro de comisiones, enriquecimiento ilícito y derroche inversor. ¿Quiénes pagan las consecuencias? Los ciudadanos con más y más recortes de derechos básicos y esenciales. Por poner dos ejemplos, los casos de desahucios y las estafas masivas de participaciones preferentes suponen la mayor afrenta contra el ciudadano de a pie que he conocido. Aquí no se trata de un timo menor, se trata de una traición y una estafa nacional que ha consentido el Estado. ¿Cómo el Banco de España o la CNMV no veían lo que iba a pasar? ¿Por qué el Gobierno, a través del FROB, rescata a las cajas y abandona a los estafados? Estamos a merced de una cleptocracia incipiente, de unos mercados financieros amorales, vivimos en la era del capitalismo voraz y desregulado. Un sistema que no está al servicio de los ciudadanos, sino que somos nosotros quienes quedamos expuestos al capricho y al interés de unos pocos.
No sé si me dejo algo y no todo es negativo, aunque parezca mentira soy optimista. Porque, en cualquier caso, estoy seguro que los ciudadanos reclaman cambios en los que creer.Necesitan figuras en las que confiar. La sociedad necesita nuevas bases en las que apoyarse para mejorar y reinventarse a sí misma, para seguir adelante, para guiarse a través del progreso social. La confusión es enorme, las esperanzas y expectativas de futuro son pocas...Porquecuando la verdad no es libre, la libertad no es real. Los ciudadanos tienen que tener siempre el nivel de dignidad por encima del nivel del miedo, y todo parece imposible hasta que se hace. La utopía en un país sano deja de serlo cuando hay voluntad política y social. La social es un hecho, ¿y la política? ¿En qué debemos creer?
Aquellas figuras "sagradas", aquellos pilares inmutables se van desmoronando con la sucesión de los acontecimientos. ¿En qué creer hoy? ¿En qué espejo mirarnos? ¿A quién recurrir? Nuestra sociedad empieza a sufrir una confusión brutal en el sentir colectivo, en figuras sociales hasta hoy incuestionables. Todo ello provoca una inseguridad e incertidumbre que pueden derivar en graves problemas sociales si no hay soluciones reales que recuperen la confianza del pueblo...
Podríamos hacer un repaso de aquello que se consideraba parte del cotidiano rumbo social, hoy convertido en objeto de debate y de un progresivo descrédito:
SISTEMA DE GOBIERNO Y MODELO DE ESTADO
¿Quién cuestionaba hasta hace muy poco nuestro modelo de Estado? Obviamente, el debate entre Monarquía Parlamentaria y República siempre ha estado ahí, pero también es cierto que los sucesivos acontecimientos de la Casa Real han provocado un debate mucho más activo y visible. ¿Ejemplos? La imputación en graves delitos de Urdangarín, los viajes de caza, el uso de un arma de Froilán siendo menor, la salud del monarca, la actitud de la Casa del Rey en el caso Nóos, el asunto Corinna, la fortuna en Suiza de Don Juan y, para rematar, la imputación de la Infanta Cristina...
No sé si es que los medios de comunicación han dejado a un lado su largo "pacto de no agresión"a la Casa Real y ahora cuentan lo que ha ocurrido siempre, o bien se ha ido diluyendo el respeto y prestigio que disfrutaba la Familia Real. En cualquier caso, son los ciudadanos de a pie quienes no dan crédito con tanto ir y venir de escándalos de una pieza clave en la estabilidad política de nuestro país, como es la Jefatura del Estado. La conducta ejemplarizante brilla por su ausencia, y eso provoca confusión en millones de españoles a quienes se les exigen sacrificios que provocan dolor y sufrimiento.
Mejor no hablemos de los graves problemas territoriales del Estado, del auge del independentismo catalán y su potenciación insensata por parte del nacionalismo extremo. ¿Qué modelo queremos? ¿Federal/autonómico, centralizado? La respuesta la deben construir entre los responsables institucionales y políticos del país. Pido a quienes nos dirigen que dejen de enfrentar a las personas y sus sentimientos, pido lealtad y responsabilidad de Estado, por favor.
SISTEMA TRADICIONAL DE PARTIDOS
¿Quién planteaba otro modelo que no fuese el de la democracia representativa? Afortunadamente, no somos Grecia en el sentido de la proliferación de partidos y/o movimientosextremistas, populistas y peligrosos. Allí, cientos de miles de personas votan a la neonazi Aurora Dorada, ¿cuánto falta en España para algo parecido? Por mucho que digan, los movimientos sociales que van surgiendo en España están consiguiendo canalizar y relajar el cabreo e indignación ciudadana. Al margen de los escraches de la PAH o las acampadas del 15M,¿se les pueden considerar extremistas y peligrosos? De ninguna manera. Deberían ciertos políticos del PP leer más y cuidar mucho sus palabras, tildando de nazismo las actuaciones de la PAH. Hay que ser serios y no frivolizar con la mayor atrocidad y vergüenza que haya sufrido el mundo moderno. No obstante, que en España no hayan surgido focos extremistas no quiere decir que no exista una profunda desafección hacia los políticos y los partidos políticos.
PODER EJECUTIVO Y LEGISLATIVO
Como decía, la desafección hacia los políticos (que no hacia la política) se ve reflejada en el rechazo social que sufren los partidos tradicionales, y también los minoritarios. La abstención en unas elecciones alcanza niveles no conocidos, según las encuestas. El Congreso, lugar sagrado de la soberanía nacional hasta hace muy poco, implica rechazo con solo ver su imagen en mucha gente. ¿Nos extraña? La sensibilidad social es mayor cuanto más difícil sea el contexto económico, en crisis todo molesta como es lógico.
Los graves casos de corrupción política, el fraude electoral llevado a cabo por el Partido Popular en el Gobierno, la profunda lejanía que sienten los ciudadanos con sus representantes, la privatización ideológica del PP en temas vitales para la población como la Sanidad o Educación Públicas, el apuñalamiento de la igualdad de oportunidades, el profundo retroceso en derechos laborales y sociales...Todo ello lleva al rechazo social de nuestro modelo político, calificando a todos por igual. Lo peligroso es que, por extensión, acabe salpicando al concepto "democracia". Aprovechemos que la gente busca un cambio en el sistema y no un cambio de sistema, por el momento. El poder político debe solucionarlo como objetivo prioritario. ¿Cómo hacerlo? Haciendo sentir a los españoles partícipes de la vida política. Ya no vale votar cada cuatro años y olvidarse, la gente quiere un gobierno abierto basado en la transparencia real, la participación y la colaboración. No se puede gobernar contra la mayoría del pueblo español, la legitimidad democrática está en entredicho.
PODER JUDICIAL
Otro poder tocado y afectado por la desconfianza. ¿Cuántas veces hemos oído que no hay justicia? ¿Cuántas veces que es muy lenta y no todos somos iguales ante la ley? Yo perdí la cuenta. No se puede reprochar a quienes gritan a la Justicia, no es coherente culpar a quienes no confían en los jueces. Personas que han visto cómo el Presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo protagoniza un presunto escándalo de malversación de caudales públicos, por ejemplo. Lalentitud de la justicia provoca fallos indignantes que provocan malestar y opiniones que nacen de las tripas y del corazón. ¿Irá Urdangarín a la cárcel? ¿Por qué a Bárcenas no se le retiró el pasaporte en el primer minuto o está cautelarmente en prisión? ¿Por qué el Gobierno impone un tasazo judicial que impide el acceso judicial a los más débiles y con menos recursos? Son muchas preguntas de difíciles respuestas.
AGENTES SOCIALES
La patronal y los sindicatos tampoco se libran. ¿Cómo mantener la confianza si el ex-presidente de la Patronal, Díaz Ferrán, está implicado en gravísimos delitos de estafa? ¿Dónde queda el modelo de empresario ejemplar? ¿Y el vicepresidente, Arturo Fernández, que presuntamente paga en negro a sus trabajadores? ¿Y aquellos sindicalistas implicados en casos de corrupción? ¿Y los que han sido partícipes del desmadre de las cajas de ahorro autonómicas? Está claro que es de necios generalizar, pero la gente ve lo que ve y no se puede hacer mucho más por evitarlo. Bueno sí, empezar a dar ejemplo.
BANCA
¿Hablamos de las cajas de ahorros? Instrumentos políticos para la financiación irregular, cobro de comisiones, enriquecimiento ilícito y derroche inversor. ¿Quiénes pagan las consecuencias? Los ciudadanos con más y más recortes de derechos básicos y esenciales. Por poner dos ejemplos, los casos de desahucios y las estafas masivas de participaciones preferentes suponen la mayor afrenta contra el ciudadano de a pie que he conocido. Aquí no se trata de un timo menor, se trata de una traición y una estafa nacional que ha consentido el Estado. ¿Cómo el Banco de España o la CNMV no veían lo que iba a pasar? ¿Por qué el Gobierno, a través del FROB, rescata a las cajas y abandona a los estafados? Estamos a merced de una cleptocracia incipiente, de unos mercados financieros amorales, vivimos en la era del capitalismo voraz y desregulado. Un sistema que no está al servicio de los ciudadanos, sino que somos nosotros quienes quedamos expuestos al capricho y al interés de unos pocos.
No sé si me dejo algo y no todo es negativo, aunque parezca mentira soy optimista. Porque, en cualquier caso, estoy seguro que los ciudadanos reclaman cambios en los que creer.Necesitan figuras en las que confiar. La sociedad necesita nuevas bases en las que apoyarse para mejorar y reinventarse a sí misma, para seguir adelante, para guiarse a través del progreso social. La confusión es enorme, las esperanzas y expectativas de futuro son pocas...Porquecuando la verdad no es libre, la libertad no es real. Los ciudadanos tienen que tener siempre el nivel de dignidad por encima del nivel del miedo, y todo parece imposible hasta que se hace. La utopía en un país sano deja de serlo cuando hay voluntad política y social. La social es un hecho, ¿y la política? ¿En qué debemos creer?
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