Información de primera mano sobre la situación en Turquía
Irfan Erdogan, http://irfanerdogan.com/
Redacto este artículo para informarle que las personas de más de 65 ciudades de las 81 existentes en Turquía se están manifestando contra el Régimen reaccionario y opresivo de Tayyip Erdogan y su partido. Hay manifestaciones incluso en las ciudades más conservadores de Turquía. La gente de todos los barrios ha salido a la calle. La Policía lanza gases lacrimógenos contra los manifestantes, siendo muchos los detenidos. No ocurre como en la década de 1960, porque por entonces a nadie le preocupaba lo que pasaba en Turquía. Entonces los estudiantes se manifestaban por la independencia y el socialismo. Nadie salía a la calle a apoyar a aquellos manifestantes. Ahora, al contrario, la gente anima y los apoya. Hoy ha salido más gente a la calle en mi barrio de Ankara que ayer.
La Policía incluso lanza bombas de gas lacrimógeno al interior de las casas, porque la gente esta dando refugio a los manifestantes para protegerlos de los golpes y de los gases. Jóvenes y personas de todos los ámbitos están en la calle, pidiendo que el Gobierno de Erdogan dimita. Erdogan utiliza la retórica clásica sobre los manifestantes y les amenaza diciendo que puede enviar a un millón de sus partidarios a la calle ( lo que quiere decir es que puede aplastar las manifestaciones). Ha dicho: “Mantengo al 50% de la población en casa” (es decir que la mitad de la población le apoya). Su manera de actuar me recuerda a Jay Gould, quien dijo una vez que no estaba preocupado por las manifestaciones y las huelgas laborales, ya que podía contratar a la mitad de la clase obrera para que acabase con la otra mitad.
Para mucha gente Erdogan es un dictador reaccionario. En Turquía la gente tiene miedo de hablar mal de Erdogan. La Televisión no informó de las manifestaciones, salvo las cadenas de televisión del principal partido de la oposición y la televisión del Partido Laborista Turco. Los medios tradicionales apoyan al Gobierno o bien tienen miedo de Erdogan.
Muchas personas se manifestaron en Estambul delante de las principales cadenas de televisión y dijeron que si no se informaba ocuparían estos canales de televisión. Fue entonces cuando estas cadenas comenzaron a dar noticias, pero de una forma muy distorsionada. Después de estos incidentes, muy pocos profesionales de los medios dimitieron de sus cargos en las cadenas.
Internet es el canal más eficaz para transmitir información y para organizar las protestas. Erdogan expresó su malestar contra Twiter y otras redes sociales. Todo el mundo utiliza el teléfono móvil para comunicarse y dar noticia en Internet de lo que está sucediendo. Los medios tradicionales, como siempre, mienten.
Los dos principales Sindicatos de Turquía solicitan algunas concesiones sin sentido por parte del Gobierno, tratando de impedir que los trabajadores se manifiesten. Pero los trabajadores también están en la calle. Las manifestaciones se están extendiendo rápidamente por todo el país. Muy pronto los reaccionarios de la Iglesia ( aunque no todas las personas religiosas sean reaccionarias) atacarán a los manifestantes. Hay una alta probabilidad de que esto acabe en una guerra civil en Turquía.
Estuve en el centro de las manifestaciones de Ankara de ayer y anteayer. Los manifestantes no utilizaron la violencia, pero la Policía de forma continúa los atacó con mangueras a presión, gases lacrimógenos y golpes. La Policía se comporta como si la gente fuera el enemigo. Les insultan y amenazan diciendo: “vais a perder si os detenemos, ya que nadie sabe lo que hacemos en los centros de detención”. Muchas personas son conscientes de la labor de la Policía, pero vivimos bajo el imperio del miedo. Quizás veamos un comportamiento distinto de la Policía a medida que pase el tiempo. Ahora se utiliza de forma indiscriminada gases lacrimógenos. Quema en los ojos y no se puede respirar, uno tose y se marea si aspira estos humos. También le pueden golpear. De momento se han producido cuatro muertes y muchos heridos.
La Policía incluso lanza bombas de gas lacrimógeno al interior de las casas, porque la gente esta dando refugio a los manifestantes para protegerlos de los golpes y de los gases. Jóvenes y personas de todos los ámbitos están en la calle, pidiendo que el Gobierno de Erdogan dimita. Erdogan utiliza la retórica clásica sobre los manifestantes y les amenaza diciendo que puede enviar a un millón de sus partidarios a la calle ( lo que quiere decir es que puede aplastar las manifestaciones). Ha dicho: “Mantengo al 50% de la población en casa” (es decir que la mitad de la población le apoya). Su manera de actuar me recuerda a Jay Gould, quien dijo una vez que no estaba preocupado por las manifestaciones y las huelgas laborales, ya que podía contratar a la mitad de la clase obrera para que acabase con la otra mitad.
Para mucha gente Erdogan es un dictador reaccionario. En Turquía la gente tiene miedo de hablar mal de Erdogan. La Televisión no informó de las manifestaciones, salvo las cadenas de televisión del principal partido de la oposición y la televisión del Partido Laborista Turco. Los medios tradicionales apoyan al Gobierno o bien tienen miedo de Erdogan.
Muchas personas se manifestaron en Estambul delante de las principales cadenas de televisión y dijeron que si no se informaba ocuparían estos canales de televisión. Fue entonces cuando estas cadenas comenzaron a dar noticias, pero de una forma muy distorsionada. Después de estos incidentes, muy pocos profesionales de los medios dimitieron de sus cargos en las cadenas.
Internet es el canal más eficaz para transmitir información y para organizar las protestas. Erdogan expresó su malestar contra Twiter y otras redes sociales. Todo el mundo utiliza el teléfono móvil para comunicarse y dar noticia en Internet de lo que está sucediendo. Los medios tradicionales, como siempre, mienten.
Los dos principales Sindicatos de Turquía solicitan algunas concesiones sin sentido por parte del Gobierno, tratando de impedir que los trabajadores se manifiesten. Pero los trabajadores también están en la calle. Las manifestaciones se están extendiendo rápidamente por todo el país. Muy pronto los reaccionarios de la Iglesia ( aunque no todas las personas religiosas sean reaccionarias) atacarán a los manifestantes. Hay una alta probabilidad de que esto acabe en una guerra civil en Turquía.
Estuve en el centro de las manifestaciones de Ankara de ayer y anteayer. Los manifestantes no utilizaron la violencia, pero la Policía de forma continúa los atacó con mangueras a presión, gases lacrimógenos y golpes. La Policía se comporta como si la gente fuera el enemigo. Les insultan y amenazan diciendo: “vais a perder si os detenemos, ya que nadie sabe lo que hacemos en los centros de detención”. Muchas personas son conscientes de la labor de la Policía, pero vivimos bajo el imperio del miedo. Quizás veamos un comportamiento distinto de la Policía a medida que pase el tiempo. Ahora se utiliza de forma indiscriminada gases lacrimógenos. Quema en los ojos y no se puede respirar, uno tose y se marea si aspira estos humos. También le pueden golpear. De momento se han producido cuatro muertes y muchos heridos.
Como ya es costumbre, se dice de los manifestantes que son provocadores y que destruyen y destrozan todo lo que encuentran a su alrededor. Si observamos, la mayor parte de los daños son causados por la Policía.
Se dice que este es un hecho histórico, y que si ya en los años 60 nadie reconocía a la Policía de entonces, igualmente de difícil es reconocer la de ahora. ¿Cómo es que no hay destrucción ni vandalismo cuando no aparece la Policía? Cuento algunos ejemplos: Asisto a manifestaciones en el centro de la ciudad donde las provocaciones vienen de la Policía, los ataques y destruye todo a su alrededor, lo que genera violencia en algunos jóvenes. Mi hija, mi esposa y algunos vecinos asisten a grandes manifestaciones donde no hay presencia policial: no hay violencia, ni destrucción ni vandalismo. Ayer tuve que volver temprano a casa, de noche, porque me afectaron mucho los gases lanzados por la Policía. El año pasado asistí a algunas manifestaciones en Atenas, Grecia. Cuando no había presencia policial no había violencia ni destrucción. Atenas ardía cuando la Policía actuaba, y aquello parecía una zona en guerra, como en Ankara y Estambul. Los que dirigen la Policía son los que organizan el espectáculo de violencia y destrucción, como es su costumbre.
La gente está contra el Imperio de Erdogan, del que se tiene una idea muy equivocada en Europa y otros lugares. Su Partido reaccionario afirma que “utilizan la Democracia hasta que consiguen el poder y alcanzan sus objetivos”. Hay una percepción equivocada por parte de los europeos que piensan que este Gobierno está contra el racismo y es democrático. Son racistas porque su visión política pertenece a la Ley Islámica de la Edad Media: piensan que todos los musulmanes forman parte de esta creencia, de modo que los no musulmanes están condenados y derechos a las llamas. Es antinacionalista, porque su nacionalismo de basa en la Ummad, que significa la formación de un Imperio por los pueblos islámicos. Su nacionalismo es de otra índole: un estado donde el Primer Ministro se considera el rey, de modo que su actuación es arbitraria y autoritaria.
Antes de las manifestaciones, la gente dormía en el parque y la Policía la atacó. El Gobierno utiliza tácticas nazis: La Policía entra en las viviendas de periodistas, intelectuales… y los arresta a altas horas de la noche, sobre todo hacia el amanecer. Lo llaman “actuar al amanecer”. Arrestan a los jóvenes cuando se pronuncian contra el Gobierno. Ni siquiera pueden llevar mensajes en sus camisetas si tienen contenido político. Ahora se encuentran detenidos periodistas, académicos, políticos, estudiantes a la espera de juicio, a veces con una espera de cinco años.
Es un Gobierno que saquea, disponiendo de muchos canales de desinformación y reeducación: se asignan ellos mismos grandes prebendas, bajo un manto de religiosidad, “Alá es grande”, sin importar si los otros son musulmanes o no. Algo parecido hemos oído en Siria, donde se están utilizando armas de fuego y matando a la gente. Me recuerda la Oración del Soldado de Mark Twain, con las presiones que recibió de su editor y de su familia en contra de su publicación.
La política del partido en el poder también está siendo apoyada por antiguos marxistas o maoistas, la mayoría de ellos residiendo en Estambul, con una vida lujosa ( con hasta 20 o 30.000 dolares de sueldo al mes o reciben buenas cantidades de los medios de comunicación por sus apariciones en debates u otros programas).
El miedo también está provocado por las empresas privadas. Además de la censura estatal, existe la otra censura, la autocensura, que está reforzada a partes iguales por los medios de comunicación y el mundo académico. Escribí un libro y tuve que revisarlo concienzudamente porque tenía miedo de ser demandado por las empresas privadas. No se puede mencionar el nombre de una empresa, ni se puede criticar a una empresa diciendo su nombre. A veces en algunos programas no doy ningún nombre de empresa alguna. Fui demandado por el productor con una multa de 20.000 dólares por criticar las series más populares de la televisión en una reunión (yo gano unos 2000 dólares al mes).
La libertad de pensamiento y crítica está reprimida, no sólo por el Gobierno, sino por las Corporaciones y aquellos que tienen miedo de ser objeto de venganzas. La libertad es un derecho, pero sólo es un privilegio de la clase gobernante, que manipula y abusa de las leyes en su provecho. Los derechos de autor no suponen una libertad para los escritores, sino algo que protege los derechos de propiedad de las empresas.
Esta es la primera vez que presencio un levantamiento público. Es algo diferente de aquellos de los años 60.
Todos debemos estar informados, gentes de todos los lugares. Sin embargo, el mundo sólo recibe las leyendas urbanas que empaquetan los medios de comunicación convencionales. En Turquía, los medios de comunicación no han dicho nada de los levantamientos de ayer, y seguían con su programación regular, formada por telenovelas, comedias, concursos y películas. Pero ya no se puede ocultar más, por lo que están gestionando la forma de dar las noticias. Pero también se pueden escuchar otros canales internacionales , como la BBC y Al Jazeera. Y otros, como Press TV y RTV, que escucho con frecuencia.
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