El FBI, la NSA y la revelación de un viejo secreto
La Gran Estafa de Libertad y Democracia en los
Estados Unidos de
¿Qué es COINTELPRO?
¿Qué era COINTELPRO?
COINTELPRO era el programa secreto del FBI para socavar los levantamientos populares que se extendieron por todo EEUU durante los 60. Aunque el nombre viene de "Programa de Contrainteligencia" (Counterintelligence Program) sus objetivos no eran espías enemigos. El FBI se erigió para eliminar a la oposición política radical dentro de los EEUU. Cuando las formas tradicionales de opresión fallaron en su intento de contrarrestar la creciente insurrección, e incluso ayudaban a alimentarla, el departamento tomo la justicia por su mano y secretamente usó el fraude y la fuerza para sabotear las actividades políticas protegidas por la Constitución. Sus métodos iban mucho más lejos de la mera vigilancia, y se convirtieron en una versión doméstica de la acción encubierta por la que la CIA es famosa por todo el mundo.
¿Cómo sabemos de él?
COINTELPRO fue descubierto en Marzo de 1971, cuando archivos secretos fueron sustraídos de una oficina del FBI y publicados en las noticias. Las peticiones basadas en la libertad de información, los múltiples pleitos y las confesiones públicas de agentes profundizaron el desenmascaramiento hasta el surgimiento del gran escándalo. Para controlar el daño y reestablecer la legitimidad del gobierno recién salido de Vietnam y el Watergate, el Congreso y las Cortes obligaron al FBI a revelar parte de lo que había hecho y a prometer que no volvería a suceder.
¿Cómo funcionaba?
EL FBI instruyó de forma secreta a un grupo de agentes para proponer un proyecto para "redirigir, desacreditar, desorganizar, romper o al menos neutralizar" a grupos e individuos específicos. Se fomentó una estrecha coordinación con la policía local y los fiscales. La autoridad final residía en altos cargos del FBI en Washington, que pedían la seguridad de que el departamento quedase con las manos limpias bajo cualquier circunstancia. Fueron aprobadas más de dos mil acciones individuales. Los documentos revelaban tres tipos de métodos:
1.- Infiltración: agentes e informadores no sólo espiaban a los activistas políticos. Su principal función era desacreditar y desorganizar; informar, crear confusión y enfrentar a los miembros de los grupos.
2- Otras formas de engaño: el FBI y la policía también llevaron a cabo una batalla psicológica desde el exterior a través de publicaciones ficticias, falsificación de la correspondencia, cartas, llamadas anónimas y similares.
3.- Acoso, intimidación y violencia: desahucios, perdidas de empleos, allanamientos, vandalismo, citaciones judiciales, arrestos falsos, trampas y violencia física eran llevados a cabo o usados como amenaza, en un esfuerzo por asustar a los activistas y hacer brecha en sus movimientos. Los agentes del gobiernos o bien negaban su implicación o fabricaban un pretexto legal. En el caso de los movimientos de los negros y de los nativo-americanos, estos asaltos, incluyendo abiertos asesinatos políticos eran tan extensos y viciosos que podríamos considerar que ascendían al título de terrorismo por parte del gobierno.
COINTELPRO era el programa secreto del FBI para socavar los levantamientos populares que se extendieron por todo EEUU durante los 60. Aunque el nombre viene de "Programa de Contrainteligencia" (Counterintelligence Program) sus objetivos no eran espías enemigos. El FBI se erigió para eliminar a la oposición política radical dentro de los EEUU. Cuando las formas tradicionales de opresión fallaron en su intento de contrarrestar la creciente insurrección, e incluso ayudaban a alimentarla, el departamento tomo la justicia por su mano y secretamente usó el fraude y la fuerza para sabotear las actividades políticas protegidas por la Constitución. Sus métodos iban mucho más lejos de la mera vigilancia, y se convirtieron en una versión doméstica de la acción encubierta por la que la CIA es famosa por todo el mundo.
¿Cómo sabemos de él?
COINTELPRO fue descubierto en Marzo de 1971, cuando archivos secretos fueron sustraídos de una oficina del FBI y publicados en las noticias. Las peticiones basadas en la libertad de información, los múltiples pleitos y las confesiones públicas de agentes profundizaron el desenmascaramiento hasta el surgimiento del gran escándalo. Para controlar el daño y reestablecer la legitimidad del gobierno recién salido de Vietnam y el Watergate, el Congreso y las Cortes obligaron al FBI a revelar parte de lo que había hecho y a prometer que no volvería a suceder.
¿Cómo funcionaba?
EL FBI instruyó de forma secreta a un grupo de agentes para proponer un proyecto para "redirigir, desacreditar, desorganizar, romper o al menos neutralizar" a grupos e individuos específicos. Se fomentó una estrecha coordinación con la policía local y los fiscales. La autoridad final residía en altos cargos del FBI en Washington, que pedían la seguridad de que el departamento quedase con las manos limpias bajo cualquier circunstancia. Fueron aprobadas más de dos mil acciones individuales. Los documentos revelaban tres tipos de métodos:
1.- Infiltración: agentes e informadores no sólo espiaban a los activistas políticos. Su principal función era desacreditar y desorganizar; informar, crear confusión y enfrentar a los miembros de los grupos.
2- Otras formas de engaño: el FBI y la policía también llevaron a cabo una batalla psicológica desde el exterior a través de publicaciones ficticias, falsificación de la correspondencia, cartas, llamadas anónimas y similares.
3.- Acoso, intimidación y violencia: desahucios, perdidas de empleos, allanamientos, vandalismo, citaciones judiciales, arrestos falsos, trampas y violencia física eran llevados a cabo o usados como amenaza, en un esfuerzo por asustar a los activistas y hacer brecha en sus movimientos. Los agentes del gobiernos o bien negaban su implicación o fabricaban un pretexto legal. En el caso de los movimientos de los negros y de los nativo-americanos, estos asaltos, incluyendo abiertos asesinatos políticos eran tan extensos y viciosos que podríamos considerar que ascendían al título de terrorismo por parte del gobierno.
¿Cuáles fueron los principales objetivos?
Las operaciones más intensas fueron dirigidas contra el movimiento negro, particularmente el Partido de las Panteras Negras. Este especial acoso fue resultado del racismo por parte del FBI y la policía, la falta de recursos materiales de la comunidad negra para defenderse y la tendencia de los medios y de la mayor parte de los blancos en general a ignorar o tolerar los ataques sobre los grupos negros. También reflejó el miedo del gobierno ante el movimiento negro, debido a su militancia, su extenso apoyo tanto dentro del país como internacionalmente y su histórico rol en la galvanización de los levantamientos de los 60. Estos objetivos no fueron sólo limitados a aquellos que usaban la violencia física o tomaban las armas. Martin Luther King, David Delliner, Phillip Berrigan y otros líderes pacifistas figuraban alto en la lista, así como los proyectos directamente protegidos por la Carta de Derechos, como los periódicos alternativos.
Los Panteras Negras fueron atacados mientras trabajaban en actividades relacionadas con el reparto gratuito de comida, la sanidad y el control de la comunidad sobre las escuelas y los abusos policiales. Fue el terrorismo por parte del FBI y la policía lo que con el tiempo provocó que las Panteras tomaran represalias mediante acciones armadas que más tarde fueron usadas como pretexto para justificar la represión ejercida sobre ellos.
¿Qué efecto tuvo?
Es difícil de medir en su totalidad el impacto que tuvo COINTELPRO ya que no conocemos la totalidad de lo que se llevó a cabo (especialmente contra objetivos tan centrales como Malcolm X, Martin Luther King o el SNCC) y no tenemos un análisis general aceptado de los 60. Aun así, queda claro que:
- COINTELPRO deformó la visión pública de los grupos radicales de manera que ayudaba a aislarlos y legitimaba la abierta represión política.
- Exacerbó la debilidad de estos grupos, haciendo muy difícil para los activistas sin experiencia de los 60 el aprender de sus errores para construir unas organizaciones sólidas y duraderas.
- Sus asaltos violentos y la manipulación encubierta con el tiempo ayudó a que algunos de los grupos más comprometidos y con mayor experiencia se retirasen de la organización de las bases y reemplazar las acciones armadas ("going underground"), lo que los aislaba y privaba el movimiento de gran parte de su liderazgo.
- COINTELPRO a menudo convencía a sus víctimas para auto-inculparse o para culparse unos a otros por los problemas que el mismo programa creaba, dejando un legado de cinismo y desunión que persiste hoy en día.
- Operando encubiertamente, el FBI y la policía podían debilitar la creciente oposición política sin dañar la convicción de la mayor parte de la población de EEUU que creen vivir en una democracia, con libertad de expresión y el reinado de la ley.
Hoy en día existen muchos indicios de que COINTELPRO continúa operando.
Texto en inglés completo aquí.
Traducción por Elisa Marvena (kei_sanz@hotmail.com)
Derrota de la ley contra el terrorismo doméstico
El grupo de siete hombres y una mujer, que se oponía enérgicamente a la Guerra de Vietnam, estaba seguro de que el FBI, bajo el mando de J. Edgar Hoover, estaba espiando a ciudadanos y reprimiendo activamente a los opositores. Para demostrarlo, irrumpieron en la oficina de campo del FBI en el barrio Media de Filadelfia, Pensilvania, el 8 de marzo de 1971 y robaron todos los archivos que había allí. Lo que encontraron, y enviaron por correo a la prensa, dejó al descubierto el programa de contrainteligencia del FBI, denominado COINTELPRO. El programa de espionaje consistía en una práctica de alcance mundial, clandestina e inconstitucional, de vigilancia, infiltración e intimidación de grupos de oposición que participaban en los movimientos de protesta y abogaban por el cambio social. El valiente robo no violento de este grupo de ladrones-activistas sacudió por completo al FBI, la CIA y a otras agencias de inteligencia. Su acto motivó investigaciones por parte del Congreso, un mayor control y la aprobación de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera. Estos ladrones-activistas, la mayoría de los cuales recién ha salido a la luz pública esta semana, tras revelar sus identidades por primera vez, no solo tienen una historia fantástica que contar acerca del pasado, sino que además su historia proporciona una perspectiva crítica e informada acerca de Snowden, la NSA y el espionaje del Gobierno en la actualidad.
John Raines me dijo: “Decidimos que era hora de llamar la atención pública acerca de la vigilancia y la intimidación del Gobierno y el derecho de los ciudadanos a oponerse abiertamente. Creo que el combustible de la democracia es el derecho a oponerse, a disentir, debido a que donde hay poder y privilegios, el poder y los privilegios procuran eliminar del discurso público, en la medida de lo posible, todo lo que quieren. Eso hace que el derecho de los ciudadanos a disentir sea la última línea en la defensa de la libertad”. Raines era profesor de religión en la Universidad de Temple cuando él, su esposa, Bonnie, y los otros miembros del grupo que irrumpió en la oficina del FBI formaron lo que denominaron “Comisión de Ciudadanos para Investigar al FBI”. Como John y Bonnie Raines tenían tres hijos menores de diez años al momento del robo, les pregunté cómo fue que decidieron participar en una acto que les podría haber significado pasar años en prisión. John Raines respondió: “Como sociedad, a menudo pedimos a madres y padres que asuman actividades sumamente peligrosas como parte de su trabajo. Se lo pedimos a todos los policías, se lo pedimos a todas las personas que trabajan en el departamento de bomberos. Se lo pedimos a las madres y los padres que, como miembros del Ejército y de la Armada, son enviados a otros países para defender nuestras libertades. Le pedimos con frecuencia a la gente que realice trabajos que ponen en riesgo a sus familias. Ahora estamos de nuevo analizando al año 1971, cuando nadie en Washington iba a hacer lo necesario para revelar lo que J. Edgar Hoover estaba haciendo en el FBI. Éramos la última línea de la defensa. De modo que, como ciudadanos, tomamos la iniciativa e hicimos lo que debíamos hacer porque nadie en Washington lo iba a hacer”.
Bajo la dirección de Bill Davidon, un profesor de física de la Universidad de Haverford, el grupo se reunió y planificó meticulosamente la acción. La mayoría de las reuniones se llevaron a cabo en el ático de John y Bonnie Raines. Bonnie se hizo pasar por una estudiante universitaria que estaba escribiendo un trabajo acerca de las oportunidades laborales para las mujeres en el FBI, y logró echar un vistazo por dentro a la oficina de campo de Media. Keith Forsyth, el taxista, realizó un curso de cerrajería por correspondencia y fabricó sus propias herramientas para no levantar sospechas de las autoridades. Eligieron la noche del 8 de marzo de 1971 porque la atención internacional estaba puesta en la pelea de boxeo de peso pesado entre Mohamed Ali y Joe Frazier. Keith Forsyth dijo por qué esto fue importante: “Hicimos muchas cosas para tratar de evitar que nos atraparan y esta fue una de ellas. Quien lo haya sugerido, no tengo idea de quién fue, pensó que funcionaría como distracción, no solo para la policía, sino para el público en general”.
Entraron a la oficina, robaron los archivos y se los llevaron a una granja a una hora de Filadelfia. Revisaron los documentos y quedaron estupefactos por lo que leyeron. Un memorando detallaba las conclusiones de una conferencia del FBI sobre la Nueva Izquierda que pronosticaba que si el FBI aumentaba los interrogatorios de activistas, eso “incrementaría la paranoia endémica en esos círculos y serviría para enviar el mensaje de que hay un agente del FBI detrás de cada buzón”. Esto encontró eco en una periodista que recibió los documentos filtrados, Betty Medsger, del Washington Post. El fiscal general durante el Gobierno del Presidente Richard Nixon, John Mitchell, intentó que el Post censurara los artículos de Medsger.
Betty Medsger me contó: “Debo señalar dos cosas: primero, que fue la primera vez que un periodista recibía documentos secretos del Gobierno de una fuente externa que los había robado. De modo que eso planteó una serie de consideraciones con respecto a qué hacer con los documentos. Pero fue una decisión muy difícil para Katharine Graham, la editora responsable del Washington Post, que, hasta ese momento, nunca se había encontrado con algo similar, porque fue la primera vez que se vio enfrentada a un pedido del Gobierno de Nixon de no publicar un artículo. Y ella no quería publicarlo. Y el asesor interno y los abogados tampoco querían publicarlo, pero dos directores del diario se dieron cuenta desde un comienzo de que era un tema muy importante y lo promovieron. Se trata de Ben Bradlee y Ben Bagdikian. Mientras tanto, yo estaba allí, escribiendo inocentemente mi artículo, una simple periodista de Filadelfia, y no supe hasta las seis de la tarde que estaban considerando no publicarlo”. El periódico se imprimió y se hizo historia. En aquel entonces, Medsger desconocía la identidad de los activistas. Esta semana publicó un libro titulado The Burglary: The Discovery of J. Edgar Hoover’s Secret FBI (El robo: el descubrimiento del FBI secreto de J.Edgar Hoover), en el que menciona el nombre de la mayoría de los activistas-ladrones, con su consentimiento. También se produjo un documental sobre el caso, titulado “1971”, que se estrenará próximamente.
En respuesta a las revelaciones del libro, el portavoz del FBI, Michael Kortan, sostuvo: “Varios acontecimientos de esa época, entre ellos el robo, contribuyeron a que se cambiara el modo en que el FBI identificaba y trataba las amenazas a la seguridad nacional, lo que dio pie a la reforma de las políticas y prácticas de inteligencia del FBI, entre ellas, la creación de directrices de investigación por parte del Departamento de Justicia”.
Si aplicáramos el criterio de Michael Kortan sobre el robo de documentos de 1971 a las revelaciones de Edward Snowden acerca de la NSA, el Presidente Barack Obama debería abandonar los cargos en su contra y recibirlo de regreso en Estados Unidos, con un agradecimiento. Esperemos que Snowden no tenga que esperar 43 años.
Amy Goodman y Denis Moynihan (DEMOCRACY NOW!)
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now!.
Tomado de http://www.argenpress.info
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De Leyes de Extranjeros y Sedición de John Adams 'a la guerra fría y Joseph McCarthy, las libertades civiles y la seguridad nacional han tenido una relación delicada y conflictiva en la historia estadounidense. Notorious entre ellos es el caso del programa de vigilancia interna dirigida por el FBI entre 1956 y 1971 (después de la censura de Joseph McCarthy por el Senado) bajo el nombre de COINTELPRO (programa de contrainteligencia). COINTELPRO fue un programa secreto del FBI diseñado para monitorear y "neutralizar" grupos domésticos considerados por el FBI de ser un peligro para la seguridad nacional. Estos grupos incluyen grupos pacifistas y grupos de derechos civiles y las personas como Martin Luther King, Jr., e incluso Eleanor Roosevelt. Algunos temen que algo como COINTELPRO puede estar de nuevo en la mano. Hay agentes encubiertos que infiltran las protestas pacíficas en Estados Unidos. Haciéndose pasar por activistas políticos, funcionarios policiales locales están monitoreando las actividades de los grupos de defensa y de protesta sobre la base de lo que un juez llama a estas organizaciones "filosofías políticas y la conducta protegida por la Primera Enmienda."La táctica se ha producido como consecuencia de la relajación de las primeras directrices puestas en marcha después de la investigación escándalo de COINTELPRO. Aprenda más sobre la historia y las nuevas directrices de abajo.
Vamos a invadir siete países en cinco años
En una entrevista con Amy Goodman el 2 de marzo de 2007, el general estadounidense retirado Wesley Clark, explica que la administración Bush planeó invadir siete países en cinco años: Iraq, Siria, Libano, Lybia, Somalia, Sudán e Irán. Repito, la entrevista es de marzo de 2007, aunque se supone que la conversación que se cuenta tuvo lugar poco después del 11-S.
Lo dice a partir del 1:15 And he said, “This is a memo that describes how we’re going to take out seven countries in five years, starting with Iraq, and then Syria, Lebanon, Libya, Somalia, Sudan and, finishing off, Iran.” I said, “Is it classified?” He said, “Yes, sir.” I said, “Well, don’t show it to me.” And I saw him a year or so ago, and I said, “You remember that?” He said, “Sir, I didn’t show you that memo! I didn’t show it to you!” La transcripción de la entrevista completa (en inglés) El extracto de la entrevista en español |
Entrevista de Amy Goodman el 2 de marzo de 2007al general EEUU Wesley Clark (Ret.), el explica que la Administración Bush planeaba atacar 7
países en los 5 años: Irak, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán, Irán (2007
hasta 2012)
General Wesley Clark, del Ejército de EE.UU. (ret) - El ex Comandante General de los EE.UU.
Comando Europeo, que incluye todas las actividades militares estadounidenses en los 89 países y territorios de Europa, África y Oriente Medio.
Además, Comandante Supremo Aliado en Europa (SACEUR), que le concedió mando general de las fuerzas militares de la OTAN en Europa 1997 - 2001. Medallas Otorgadas, Estrella de bronce, Estrella de Plata, y el Corazón Púrpura por su servicio en Viet Nam y numerosas medallas y citaciones posteriores. Graduado mejor estudiante de su clase en West Punto.
* Vídeo de la entrevista de ABC This Week with George Stephanopoulos 3/5/06: "Yo que cuando nos fijamos en este país, en este momento, necesitamos un sistema de dos fabricantes que las obras. Nosotros necesitamos que el Congreso haga su trabajo. Necesitamos una verdadera investigación de algunos de los abusos de autoridad que al parecer sucede en el Poder Ejecutivo.
... Nunca hemos terminado la investigación del 9 / 11 y si el administración realmente mal uso de la información de inteligencia que tenía. La evidencia parece bastante claro para mí. He visto que por mucho tiempo. "
Si EE.UU ataca a Iran , Rusia ataca a Israel ¿TERCERA GUERRA MUNDIAL?
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