“Internet debe ser de acceso gratuito”
Texto: Kay Levin, Sofía de Roa, Víctor Sampedro y Virginia Uzal
Integrantes de la Comunidad del Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales
Integrantes de la Comunidad del Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales
Founder of the Center for Legal Action for Human Rights
Para esta primera entrada hemos dado voz a Frank La Rue, abogado laboralista y de derechos humanos. Nacido en Guatemala, los médicos dijeron que nunca podría ver. Se equivocaron. La Rue ha dedicado su vida a la observación de los Derechos Humanos y a denunciar los abusos del poder. Y a través de sus gafas se puede apreciar su mirada curiosa y sincera.
Ocupa desde hace más de cinco años el cargo de Relator Especial de la ONU para la promoción y protección de los derechos a la libertad de opinión y expresión. Fundó la primera ONG (CALDH) que denunció por genocidas a los dictadores de su país. Ha batallado por más de 25 años en defensa de las libertades civiles y, recientemente, de la libertad en internet. También, según la Wikipedia en julio del año pasado sufrió el robo de varios documentos y ordenadores de su despacho en el instituto DEMOS de Guatemala. En 2004 fue nominado a Premio Nobel de la Paz.
Le leímos a Frank La Rue la definición de cuarto poder en red, que abre este blog, para comenzar una larga conversación a varias voces que discurrió del comentario de internet como requisito para el resto de los derechos humanos a las “tonteras” de las Leyes de Seguridad Ciudadana y Transparencia.
¿Qué opina del “cuarto poder en red”?
Internet y las redes digitales han modificado totalmente el sistema de comunicación. En primer lugar, porque hasta ahora teníamos un emisor para múltiples receptores. Internet rompe ese sistema y ahora hay millones de receptores que pueden comunicarse entre sí, además de con el emisor, y entablar una conversación.
En segundo lugar, internet ha roto las fronteras de ciertos problemas legales, relacionados con la seguridad, vigilancia y privacidad. Hay estados que dicen: “Yo protejo los derechos de mis ciudadanos en mi territorio, pero lo que pase fuera no tiene nada que ver”. Y, por eso, se dan casos de monitoreo por parte de agentes extranjeros, incluso a figuras públicas. Esto tiene que resolverse. Hoy tenemos un sistema muy libre de comunicación. Y no creo posible regular internet como se han regulado otras comunicaciones. Ya tenemos miles de blogueros presos por expresar su opinión.
El poder de internet es tan grande que los poderes autoritarios tienen la tentación de censurarlo, como el Estado chino. A pesar de todo, va tan rápido que ningún Estado va a poder controlarlo. Internet puede ser una plataforma para organizarse y controlar al poder, un catalizador . Y las experiencias de Túnez y Egipto son un ejemplo de ello. Ahora mismo no tienen un plan de transición en estos países de futuro incierto. Pero, sin contar con un movimiento organizado, la población pudo provocar la caída del régimen.
Internet rompe el silencio y el aislamiento. Yo vengo de un país que sufrió un terrible genocidio. Y durante ese tiempo, estando en el país, tardábamos días en enterarnos de lo que estaba pasando. Hoy nos enteramos en el mismo día. No solo los que estamos dentro, sino el mundo entero. Por eso, esa rápida comunicación masiva sí permite controlar al poder estatal y aumentar la transparencia: controlar presupuestos, programas y desarrollo de políticas. Y hacer denuncias de corrupción. Soy un ferviente creyente de que las nuevas tecnologías son un paso obligado para la ciudadanía.
¿Es posible hablar del derecho a internet?, ¿de qué manera se hace efectiva la relación entre el derecho a Internet y la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
Muchos me preguntan si el derecho a internet o el acceso es un derecho en sí mismo. Algo que tengo claro es que es un requisito para ejercer el derecho de la libertad de expresión. Acceder a internet es como poder acceder a los libros para hacer efectivo el derecho a la educación.
Cuando yo planteé el tema en Ginebra, a todo el mundo le extrañó, porque en Europa no era objeto de preocupación. Es decir, la conectividad está muy extendida: Finlandia, el país más desarrollado, tienen un 99% de conectividad entre sus habitantes; Suecia, un 95%… No sé España, pero Europa goza de un buen nivel, salvo quizás Italia por políticas equivocadas de Berlusconi. Pero si uno habla de internet en el mundo, la conectividad no refleja la realidad humana y social.
Ese derecho se tiene que dividir en dos: acceso a contenidos sin censura y acceso a conectividad, equipos e infraestructura. Los dos polos en este sentido son, por un lado, China, que con más de 300 millones de usuarios es el país más conectado del mundo en números totales, pero que ejerce el mayor control sobre contenido. Sin embargo, en India ocurre al revés: es una gran potencia tecnológica pero solo tiene un 10% de conexión. Y eso es muy poco.
¿Qué medidas cabe tomar en ese sentido?, ¿cómo garantizar el acceso universal a internet en contenido, cobertura y accesibilidad?
Todo el mundo debería tener acceso a Wifi, internet debe ser de acceso gratuito. Igual que se subsidia el transporte urbano para que la gente lo use, o se subsidia la luz, pues si hace falta habrá que subvencionar el acceso a internet. No sólo para la libertad de expresión, sino para los derechos de acceso a la información, a la educación, a la libre asociación, al desarrollo, a la expresión de multiculturalidad, etc.
Los Estados deben garantizárselo a los sectores más pobres, y no de manera individual. En África hay centros comunales de acceso a internet. Y Uruguay es un ejemplo a seguir: allí se puso en marcha el Plan CeiBal, para que cada escuela pública actúe como servidor de Wifi a 400 metros a la redonda. Por lo que sirve a las niñas y niños, y también a la comunidad. Todo el país tiene Wifi gratuito. Además, dan un portátil a todos los niños en cada etapa educativa. Hubo dudas sobre si iba a ser un fracaso y ha sido un absoluto éxito. Todos cuidan su portátil mejor que sus muñecos. Y de esta manera tuvieron acceso a una biblioteca electrónica con 2.600 libros en cada escuela… y aumentando. Así, los niños lo tienen en su memoria aunque se vaya la luz o se vaya la conexión.
¡Esto es hacer accesible internet! Si Uruguay logra mantenerlo va a tener el nivel educativo más alto de América Latina. Es un país grande, plano, no hay montañas y tienen menos de 3,5 millones de habitantes. Con estas características es más fácil, pero realmente es producto de la voluntad política de los gobiernos.
Unos meses después del cénit de las revueltas en los países árabes, la ONU publicó su informe sobre la protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión en internet. Si la Red es bloqueada, comosucedióen 2011 en Egipto, ¿qué se puede hacer para garantizar ese derecho?
En Turquía hace poco se bloqueó Youtube y la gente le dio la vuelta, consiguió evitarlo. Yo creo que la tecnología es difícil de parar y se le va a hacer muy difícil a un gobierno poder censurarla. Y, además, el país que lo haga se aislará del mundo. Hoy internet es un tema de libertad de expresión y de desarrollo, por lo que no pueden censurarlo.
¿Qué opinión le merece la situación de Snowden? Dice no volver a EEUU porque el marco (a)legal que se aplica allí le impide dirigir una campaña pública en su defensa y evitar una persecución en su contra, ¿por qué no logró asilo en ninguna de las 20 democracias a las que se lo solicitó?
Hay dos temas sobre los que ya me he pronunciado: WikiLeaks y Assange. Mi último informe para la Asamblea General de la ONU fue relativo al derecho a la verdad, considerada desde la libertad de expresión y el acceso a la información pública como pilares fundamentales. Yo creo que toda información del Estado, que permita esclarecer violaciones de derechos, debe ser de acceso público y bajo ninguna circunstancia se puede prohibir. Ni la seguridad nacional, ni ninguna excusa que puedan buscarse los Estados es admisible porque las violaciones de Derechos Humanos no tienen justificación. Preservar y entregar la información relativa a violación de derechos es su obligación y un compromiso intrínseca a cualquier cargo público. Quien lo hace no incurre en responsabilidad penal. Y, en ese sentido, para mí Snowden no ha cometido un delito sino que hizo pública una violación masiva al derecho a la privacidad. Sin privacidad es difícil que la gente pueda tener libertad de expresión y opinión. Y eso es también una violación de los derechos humanos.
Dos días antes de la publicación de los documentos de Snowden en junio de 2013, usted publicó un informe para la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH. En ese informe criticaba que la vigilancia de Estado y la monitorización ilegal de las comunicaciones socavan estos derechos. ¿Podría extenderse sobre la situación actual?
Debo decir que entonces yo no sabía nada de Snowden. Me alegro de que el informe haya sido bien recibido, sobre todo porque fue anterior y no se puede decir que fuera oportunista. Incluso me han invitado a EEUU a dar charlas sobre ello. Los países más implicados en ese escándalo me han recibido. En el mes de abril, en Brasil, también trataremos el tema. Yo creo que las consecuencias de los documentos de Snowden han sido positivas. Es un escándalo, es cierto, pero provocó reflexión.
¿Le parecen suficientes las respuestas dadas por Obama a las denuncias de Snowden, así como las medidas que ha anunciado para controlar la actividad de la NSA?
Está claro que quien tiene la tecnología para hacer esto es EEUU Y me alegra que Obama se tomara la molestia de reconocer el error y decir: “Me parece que nos excedimos”. Es un paso muy positivo, que no todos los presidentes de EEUU darían. Por eso le felicito.
¿No faltan compromisos concretos de transparencia del tribunal encargado de ordenar las escuchas y de las agencias implicadas?, ¿y dimisiones o ceses ante la gravedad de las denuncias, cuya veracidad no se ha puesto en duda?
Es importante regular. No estoy en contra de la vigilancia, pero debe ser regulada. La seguridad nacional no solo protege a los individuos, sino a las instituciones y a la democracia como sistema. Por eso, para que la legislación sea democrática y nos proteja, debe tener mecanismos democráticos y conformes a la justicia para vigilar. Deben ser autorizados por un juez y supervisados por el Parlamento. El Tribunal estadounidense encargado fue superado por el volumen de trabajo. De forma que si tenemos posibilidad de remediarlo bajo control judicial, adelante.
¿Cuál es su opinión sobre las leyes en marcha en EEUU que restringen la protección legal de la libertad de expresión solo a los periodistas profesionales? Al mismo tiempo, se declara expresamente que organizaciones como WikiLeaks son ilegales y que, al no ser considerada como periodística, jamás tendrá una protección especial de su libertad de expresión.
WikiLeaks para mí es legal. Todo el que libere información sobre violaciones de Derechos Humanos lo es. En el Caso Assange no debe de haber responsabilidad penal para el intermediario: Chelsea Manning. No es válido cuestionar su libertad de expresión, salvo que ponga en peligro a alguien. Pero no es el caso, se esmeraron en asegurarlo. Por eso WikiLeaks fue un escándalo muy embarazoso. Aunque no puso en peligro a ninguna persona. Fue una publicación totalmente legítima y no debería haber ninguna persecución penal.
Las protestas pro-democráticas, articuladas desde internet, tienen también lugar en España desde el 15M de 2011. Ahora, el proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana sanciona a quienes apoyen, convoquen o difundan por las redes sociales manifestaciones no autorizadas o que acaben con violencia, con multas de hasta 600.000€. ¿Cómo valoraría la situación de los derechos de opinión y de expresión en este país si esa ley saliese adelante?
Eso es una “tontera”, porque el derecho a la manifestación pacífica es parte de la libertad de expresión, porque es la manera en la que un pueblo demuestra su oposición a determinadas medidas políticas. La libertad de expresión es uno de los pilares de la democracia. Convocar una marcha que sirva para la expresión de la voluntad personal es totalmente legítimo. Si en el transcurso de la marcha se genera violencia, no es necesariamente culpa de quien la convoca. A veces concurren provocadores de fuera, hay exceso de fuerza por la autoridad. En conclusión, hay que analizar el propósito con el que se convocó. Si una marcha desde el principio se organiza con fines violentos es ilegal. Si los fines son pacíficos, no.
Sobre transparencia, afirma que “el derecho a la comunicación implica tener acceso a la información para poder construir opinión”, ¿cuál es la importancia de las Leyes de Transparencia?, ¿sabía que en España acaba de aprobarse el primer proyecto de ley en toda la historia y que excluye a la monarquía y a la Iglesia?
Yo creo que la transparencia es responsabilidad de todos los que forman el país, no puede haber excepciones, no puede haber alguien que tire la primera piedra y otros escondan la mano. Eso es absurdo. Y no creo que deba haber casos concretos que queden fuera de la ley, eso genera más desconfianza, porque no hay explicación aparente para que se produzca la excepción. En este sentido, hay mucho que trabajar aún.
Acceda a la transcripción completa y no editada de la conversación. Abrimos el código, un intento pionero en España, aunque no en Colombia.
*Kay Levin, Sofía de Roa, Víctor Sampedro y Virginia Uzal forman parte de laComunidad del Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales
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