Al margen de los beneficios terapéuticos del Cannabis sativa innegables desde el principio de los tiempos, como histórica la manipulación y mal uso de cualquier tipo de planta para beneficio de Imperios construidos sobre desgracias, sangre y terror de inocentes...sin base en su educación, cultura e información al respecto, por esa misma razón de enriquecimiento de inhumanos poderes.Cuando aún teníamos cultura cercana a nuestra Tierra, Planeta, este uso sano que en tres tardes estarán irremediablemente en manos de transnacionales y demás poderes, que en su día la criminalizaban a la par que se beneficiaban del narcotrafico, como sabido es que bancos han blanqueado, llenado, sus arcas con este sucio dinero, financiado guerras, y otras ruines bajezas...Sigo... este uso para el regocijo y disfrute de una cultura prepotente, consumista e inmadura como la nuestra, será otro "toxico" más, desvirtuando, una autentica y armónica convivencia ancestral en un calvario para incautos, aventureros y lo peor jóvenes, "rebeldes", los que ahogaran sus inquietudes, sus ganas de cambiar el mundo por unos malos y contaminados humos.
"Lo que es un gran descubrimiento para la humanidad, de la noche al día se convierte en una bomba atómica, un arma de destrucción masiva, lo que en manos de un adulto consciente es una herramienta para hacer una comida exquisita, en manos de un menor incauto lo convierte a este en la comida de Inhumanos Rapaces"
En el Distrito Federal se quiere facilitar el consumo de la marihuana no haciendo prioritaria su persecución.
Una vez mas, al igual que en el caso del aborto, no se consulta a la población. En la Asamblea del Distrito Federal se impone el mayoriteo, y se aprueban leyes a espaldas de los ciudadanos.
Desde luego que es valido el argumento de la libertad de elección, así como el de las consecuencias negativas del prohibicionismo. Pero seria bueno que también dieran a conocer el otro lado de la moneda: el de las consecuencias de la marihuana sobre el cerebro de los jóvenes, y el de los intereses geopoliticos e internacionales detrás de su promoción.
Lo primero esta documentado por no pocos estudios médicos y psicológicos: la marihuana ocasiona graves trastornos de personalidad, y está asociada al desarrollo de la depresión, la psicosis, la impotencia sexual y la perdida de la memoria.
Sobre todo, el consumo de la marihuana tiene como consecuencia el llamado "síndrome amotivacional", caracterizado por la abulia, la apatía, la pasividad y la indiferencia. Es decir, la marihuana embrutece y deriva en sujetos faltos de motivación y de carácter para enfrentar la vida
Esta característica lleva al segundo tema, la intención internacional detrás de la aprobación de las drogas es la de crear una juventud sumisa que no cuestione ni se oponga a las políticas e ideologías de la autoridad, de la nueva era y del gobierno mundial.
Y esto va desde el programa MC-Ultra, diseñado por la CIA en 1953, que buscaba influenciar en la mente de los jóvenes sobre la base de que la marihuana promueve el pensamiento ilógico y el lavado de cerebro (programa que derivó en el movimiento hippie de los años sesenta), hasta el actual apoyo internacional a su legalización promovida abiertamente por Rothschild y su prestanombres George Soros más todos los políticos vasallos que promueven el gobierno mundial financierista (Zedillo, Castañeda, Aspe, Fox y compañía). Todos ellos favorecen el plan de atolondrar y entontecer a la juventud para que pierda la capacidad critica frente al imperio del dinero y la autoridad, creando jóvenes apáticos y sumisos, sin capacidad de cuestionar y de pensar.
Los promotores de la legalización de la marihuana deberían de dar a conocer estos aspectos de los que nadie habla, y consultar a la población si esta de acuerdo con ello.
De lo contrario volverán a imponer una legislación, como la del aborto, que trae consecuencias sociales muy desastrosas y de la que no se consultó para nada a la ciudadanía, que es la que al final sufre las consecuencias negativas de sus ocurrencias.
Articulo de José Alberto Villasana
Articulo de José Alberto Villasana
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