Liquidación del Aeropuerto de Ciudad Real: Una estafa colosal que entre todos vamos a pagar
Editorial de Miciudadreal.es.- El Aeropuerto de Ciudad Real se ha liquidado y nadie sabe cómo ha pasado. El dinero se ha ido y nadie sabe cómo ha sido. La posible apertura del proceso de liquidación de la sociedad podría culminar la lánguida agonía de la mayor aberración especulativa de la historia regional. Y los políticos aún siguen preguntándose unos a otros qué ha pasado, reprochándose mutuamente este gran fracaso colectivo de la sociedad manchega.
Ni siquiera la definitiva ruina del aeropuerto, cuyo valor se repartirá ahora entre los actuales administradores, y las migajas (si procediera, y sin garantías) entre el resto de acreedores, sirve para que los poderes públicos actúen en consecuencia, investiguen el origen del mal y depuren responsabilidades. Porque al parecer los únicos que han depurado hasta la fecha sus responsabilidades son los contribuyentes y los propios trabajadores, paganinis de un proyecto enloquecido, aplaudido antaño por todos y ahora por todos abandonado.
Triste publicidad dará el Aeropuerto de Ciudad Real a la película que Pedro Almodóvar rodó en sus instalaciones, “Los amantes pasajeros”. Se trata de una comedia “tronchante”, según el director. Tan tronchante como el cúmulo de despropósitos de un proyecto innecesario en las dimensiones de su concepción, y mal planteado y dirigido desde el principio.
La crónica del Aeropuerto de Ciudad Real relata una fabulosa sucesión de irregularidades, ilegalidades, contradicciones, errores y exageraciones. 500 millones de euros de inversión. Avales públicos por 140 millones. Deudas por valor de otros 500 millones, si sumamos la corrección del justiprecio de terrenos avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Irregularidades medioambientales. La participación directa de CCM Corporación. El trato de favor de la Caja en la concesión de créditos avalados por las acciones del proyecto. La incompetencia de gestión. El enchufismo en las contrataciones. Los millonarios salarios de los directivos. El enorme incremento del coste inicial del Centro de Visitantes. Los desastrosos proyectos de obra. Las facturas por trabajos no terminados. La manipulación de los medios de comunicación propiedad de los dueños del aeropuerto. El despilfarro de los autobuses fantasma…
Y el rosario de horrores prosigue:...http://www.miciudadreal.es
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