En el Hospital Público de Toledo: “CERRAMOS LOS FINES DE SEMANA” (por favor, enfermen de lunes a viernes)
El desmantelamiento de la sanidad pública por parte del Gobierno de Cospedal, afecta a todos los niveles de la misma: despiden a miles de trabajadores públicos, cierran las urgencias rurales y ahora plantas enteras en los hospitales los fines de semana.
En LMO ofrecemos en exclusiva un relato con documentos gráficos que lo demuestra…
04/03/2013 Toledo Julio Prado
Hace unos días, una persona muy cercana
me relataba una historia que le aconteció al recibir la llamada de una
conocida empresa sanitaria privada. En dicha llamada, la comercial
(probablemente con contrato y condiciones de trabajo precarias)
pretendía realizar la venta de un seguro médico privado con argumentos
tales como “¿Usted se ha percatado de cuanta gente muere a diario en la
Seguridad Social?”, “¿Valora usted que está tirando su dinero” o “¿No
se da cuenta de que la Seguridad Social está destinada a desaparecer? No
pretenderá enfermar y colgarles ese mochuelo a sus seres queridos…”,
argumentos agresivos dignos de cualquier campaña de marketing, que
consiguen ofender a tod@s aquell@s que creemos en el sistema público de
salud, y en consecuencia lo defendemos. El mayor problema radica en que
los gobernantes se empeñan a diario en hacernos creer que esos
argumentos son reales… curiosa coincidencia…
Se están encargando de violar y
desprestigiar la Seguridad Social. Dentro de ese afán por privatizar
todos aquellos servicios públicos que (escuchado en boca de estos mismos
maleantes) sobran, no les duelen prendas para crear una especie de
“realidad virtual” donde todos esos argumentos curiosamente cobran
sentido, bien sea menospreciando el trabajo de trabajadoras y
trabajadores públicos, despidiendo interin@s o deteriorando la imagen y
situación de un hospital público, como es el caso que nos ocupa.
Sábado, 4 de la tarde, por cualquier
clase de patología un paciente ingresa en el Hospital Virgen de la Salud
de Toledo (ciudad que cuenta con un hospital nuevo a medio hacer cuya
gestión parece que va engordar intereses privados próximos al gobierno
regional…). Para comenzar, tras la larga espera en Urgencias debida a
los recortes en personal, el paciente es conducido a la que será su casa
durante los próximos días, en muchos casos menos de los necesarios. Esa
habitación, donde antaño reposaban un máximo de dos pacientes, se ha
convertido en una especie de “tetris” donde se acomodan 3 pacientes,
familiares, acompañantes, camas, sillas, sillones, mesillas… esto es,
donde antes se podía respirar ahora no hay sitio ni para moverse.
Perplejo, nuestro paciente acepta condescendiente esa situación,
bastante tiene ya encima. A esto debemos añadirle que para atender toda
una planta solamente se dispone de UNA enfermera, enfermera que parece
más una aparición dada la velocidad con la que recorre el pasillo y que
dentro de su agobio aún saca fuerzas para atender a tod@s y cada un@ de
l@s pacientes con profesionalidad y una sonrisa en la cara.
Contrariamente algunos quieren hacernos creer que los trabajadores
públicos ni aprecian, ni valoran su trabajo…
Pero continuemos con la situación de las
habitaciones, recorriendo la planta podemos observar que, salvo
aquell@s pacientes necesitad@s de aislamiento, los pacientes se hacinan
en habitaciones de hasta 4 camas, con un calor asfixiante y levantando a
media habitación cada vez que quieran airearse, dar un paseo o
simplemente acudir al servicio. Agobiados por ver tal hacinamiento,
decidimos dar un paseo y … ¿Cuál es nuestra sorpresa? Dentro de esa
misma planta podemos comprobar cómo todo un ala del hospital se
encuentra cerrado, sin personal, con las habitaciones cerradas y las
camas amontonadas y preparadas, todas las luces apagadas y ni un alma
por los pasillos, como si de un hospital fantasma se tratase. Bien
pensado, ¡es el plan perfecto! La forma más idónea de matar varios
pájaros de un tiro, de una tacada recortamos en Sanidad, ahorramos luz,
ahorramos en personal y deterioramos el servicio prestado para así
justificar todo lo que estamos haciendo de cara a la privatización, ¡es
simplemente brillante!
Es denigrante que durante todo un fin de
semana ese ala del hospital se encuentre cerrado a cal y canto, a pesar
de la demanda existente y por desgracia, esto es sólo la punta del
iceberg. La pregunta que me gustaría enunciar desde estas líneas es
¿queremos esto para nuestros enfermos?,¿queremos esto para nosotros
mismos?,¿vamos a seguir tolerando que destrocen de esta forma un
servicio que ha costado tanta lucha y tanto sacrificio conseguir? La
respuesta a todos estos interrogantes creemos que es clara, como también
lo es que la inmensa mayoría de las trabajadoras y trabajadores
públicos, lejos de ser culpables o cómplices de esta situación son
también sus víctimas inocentes. Quien está acabando con nuestros
derechos básicos es ése nido de buitres que posteriormente se llenan los
bolsillos cediendo los servicios a las empresas bajo su manto.
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