Si Aznar tuviera otra guerra a la vista, volvería a coger su fusil, como hace diez años
El expresidente popular persiguió a periodistas progresistas y enriqueció a los suyos
ENRIC SOPENA
Diez años después de la invasión de Irak, José María Aznar López sigue sin pedir disculpas por haber sido vocero mentiroso de una masacre espantosa. Y también por haber sido uno de los lacayos más relevantes del presidente de EEUU, George W. Bush, un asesino y, a la vez ideológicamente, un reaccionario, ultra o neocon. Aznar López se puso a las órdenes de su amigo americano, no para una causa digna, sino para una causa nauseabunda e indigna.
El viaje al centro nunca llegó a puerto
Han transcurrido diez años y el mutismo de Aznar López retrata bien a este personaje oportunista, falso, capaz de buscar la amistad, como hizo, de Arafat, con el que él iba a misa del gallo, acompañados por sus respectivas esposas. Era la época, del recién llegado a la Moncloa. Llegó por los pelos y gracias al apoyo de los nacionalistas catalanes y de Pedro J. Ramírez, sobre todos. Empezó en aquel tiempo a prometer que él y los suyos pretendían convertir al PP en un partido centrista. Pero el viaje al centro nunca llegó a puerto. Era una tomadura de pelo considerable.
Han transcurrido diez años y el mutismo de Aznar López retrata bien a este personaje oportunista, falso, capaz de buscar la amistad, como hizo, de Arafat, con el que él iba a misa del gallo, acompañados por sus respectivas esposas. Era la época, del recién llegado a la Moncloa. Llegó por los pelos y gracias al apoyo de los nacionalistas catalanes y de Pedro J. Ramírez, sobre todos. Empezó en aquel tiempo a prometer que él y los suyos pretendían convertir al PP en un partido centrista. Pero el viaje al centro nunca llegó a puerto. Era una tomadura de pelo considerable.
El padre de la II República
Alabó a don Manuel Azaña, a quien la derecha española -la política, la mediática y la católica- lo odiaba con saña por haber sido el padre de la II República. Y se mostró públicamente partidario acérrimo de Federico García Lorca. Encabezó una corriente de homenaje hacia García Lorca, que murió -por ser homosexual y de izquierdas- asesinado por un grupo de falangistas.
Alabó a don Manuel Azaña, a quien la derecha española -la política, la mediática y la católica- lo odiaba con saña por haber sido el padre de la II República. Y se mostró públicamente partidario acérrimo de Federico García Lorca. Encabezó una corriente de homenaje hacia García Lorca, que murió -por ser homosexual y de izquierdas- asesinado por un grupo de falangistas.
Enemigo de la libertad de expresión
En primer lugar, meses después de ser entronizado presidente, arremetió contra el Grupo Prisa. Bombardeó El País por tierra, mar y aire. Afortunadamente para la democracia, le salió el tiro por la culata. Pero enseñó la patita propia de un enemigo de la libertad de expresión, aunque él y su círculo de palmeros dijeran lo contrario. A lo largo de su mandato, persiguió a no pocos periodistas progresistas. Vetó a los díscolos y enriqueció con enorme generosidad a la mayoría de quienes formaban parte de su séquito inquisitorial.
En primer lugar, meses después de ser entronizado presidente, arremetió contra el Grupo Prisa. Bombardeó El País por tierra, mar y aire. Afortunadamente para la democracia, le salió el tiro por la culata. Pero enseñó la patita propia de un enemigo de la libertad de expresión, aunque él y su círculo de palmeros dijeran lo contrario. A lo largo de su mandato, persiguió a no pocos periodistas progresistas. Vetó a los díscolos y enriqueció con enorme generosidad a la mayoría de quienes formaban parte de su séquito inquisitorial.
El Rey del MamboCuando logró la mayoría absoluta, se transformó en una especie de Rajá. Se creyó el Rey del Mambo. Se olvidó deliberadamente de los pocos escrúpulos que le quedaban en su trayecto infinito al centro y enseñó su cara más sucia. Nombró a su sucesor como si el monarca fuera él. Designó a Mariano Rajoy, que era un tipo gris y acostumbrado a obedecer y callar. Bush se enamoró de Aznar y ambos se distrajeron preparando la guerra de Irak, prestos a jugar de soldaditos de carne y hueso y prestos a cepillarse a los ciudadanos de Irak.
Mintió al por mayor
Sus planes eran otros, pero no contó ni con la opinión pública ni con la posibilidad de atentados como el del 11-M. Le cogió a él con el pie cambiado y a pocos días de las urnas. Mintió al por mayor, tratando de convencer a los votantes de que los asesinos eran los terroristas de ETA y no los de Bin Laden. En fin, que no ceja además de ponerle el dedo en el ojo a su delfín. La otra noche cargó contra Rajoy, al que desprecia. Lo desautorizó de malas maneras. En el fondo, lo que en verdad Aznar querría es volver y por la puerta grande. No hay que descartarlo. En medio de tantos disparates como los ocasionados a escala de los Gobiernos europeos y debido a la crisis, Aznar puede intentar su regreso a la Presidencia. Y si tiene a la vista otra guerra como la de Irak, él cogerá de nuevo su fusil. Así lo hizo hace ya diez años y hubo muertos a borbotones.
Sus planes eran otros, pero no contó ni con la opinión pública ni con la posibilidad de atentados como el del 11-M. Le cogió a él con el pie cambiado y a pocos días de las urnas. Mintió al por mayor, tratando de convencer a los votantes de que los asesinos eran los terroristas de ETA y no los de Bin Laden. En fin, que no ceja además de ponerle el dedo en el ojo a su delfín. La otra noche cargó contra Rajoy, al que desprecia. Lo desautorizó de malas maneras. En el fondo, lo que en verdad Aznar querría es volver y por la puerta grande. No hay que descartarlo. En medio de tantos disparates como los ocasionados a escala de los Gobiernos europeos y debido a la crisis, Aznar puede intentar su regreso a la Presidencia. Y si tiene a la vista otra guerra como la de Irak, él cogerá de nuevo su fusil. Así lo hizo hace ya diez años y hubo muertos a borbotones.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
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